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La biblioteca Sueños de Papel buscar tener una sede propia, así puede ayudarlos

El equipo de la biblioteca está haciendo una campaña para recoger fondos para comprar una sede propia que les permita consolidar su trabajo y a futuro convertirse en un patrimonio para el barrio La Cruz, en Manrique.

  • Actualmente, la biblioteca Sueños de Papel está ubicada en lo alto del barrio La Cruz, en Manrique. FOTO: Jaime Pérez Munérvar
    Actualmente, la biblioteca Sueños de Papel está ubicada en lo alto del barrio La Cruz, en Manrique. FOTO: Jaime Pérez Munérvar
  • La biblioteca Sueños de Papel buscar tener una sede propia, así puede ayudarlos
17 de junio de 2024
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Las bibliotecas son mucho más que lugares para leer y prestar libros. Son la entrada a otros mundos posibles porque leer es acercarse a otras vidas, y vivirlas a través de las palabras, y porque esas palabras conservan y difunden la historia, el conocimiento, la experiencia humana. Esa información es poder, porque permite entender el mundo, leerlo y eso es imprescindible para entender la vida, para hacerla mejor.

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Pero no sólo por eso. Las bibliotecas son la entrada a otros mundos posibles, porque son, muchas veces, el único espacio cultural y comunitario de los barrios donde están. Entonces, la entrada a la biblioteca es también como una salida del barrio, de la realidad, de las condiciones casi siempre tan difíciles y tan violentas, que se viven en los barrios más populares de ciudades como Medellín.

Por eso nació en 2016 la biblioteca Sueños de Papel en el barrio La Cruz, en Manrique, por la ausencia de espacios artísticos y culturales. Y hoy, casi ocho años después, son más de 1.000 los beneficiados, entre niños, jóvenes y adultos del barrio.

“En estos siete años hemos podido acercar a las niñas y los niños a la lectura de una forma amorosa. Ellos y ellas han visto que la lectura no es algo obligatorio, forzoso ni maluco. En la biblioteca les mostramos que leer es divertido, que es una cosa fabulosa, que pueden aprender muchas cosas y también reír, porque la lectura también es un juego. Y por esa vinculación con la lectura, no sólo de los niños, sino también de los jóvenes y adultos, hemos visto que algunos jóvenes han querido estudiar y han pasado a la universidad, porque han ido consolidando su proyecto de vida al encontrar en las letras otras oportunidades que no encontraban antes, porque había una precariedad de recursos, tanto económicos como culturales y educativos”, dice Wendy Vera una de las fundadoras de la biblioteca.

El camino hasta aquí no ha sido fácil. La biblioteca empezó como un sueño, en 2016, en ese entonces hacían actividades de forma itinerante: talleres de guitarra, literatura y cine, a veces en la calle, a veces en la casa de alguien que les facilitará un espacio, y en una de esas empezó la biblioteca, en la sala de una de esas casas.

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Ahí estuvieron hasta que empezó la pandemia. De ahí se pasaron a otra sede en el sector El Hoyo, y de ahí para La Cruz, a una casita alquilada en lo alto del barrio. Pero ahora el sueño es tener una sede propia para consolidar el trabajo y hacer de la biblioteca un patrimonio para la comunidad.

“Nosotras soñamos a futuro y en grande con la biblioteca, queremos que sea un patrimonio, una casa cultural, un lugar que le quede al barrio y que no sea más un arriendo, porque durante estos siete años y medio que llevamos hemos pasado por tres casas y ha sido muy complejo el tema del traslado y de los niños y las niñas, porque les queda más lejos”, dice Wendy.

Por eso ahora se pusieron la meta de conseguir una casa propia. Hay un terreno con el que sueñan, que queda al lado de un colegio, un poquito más arriba de la sede actual y justamente está en venta con una casa a medio construir. Vale $50.000 millones de pesos. Y ellas –las que conforman el equipo de la biblioteca Wendy Vega, Yésica Mazo, Valentina Ruiz, Mariana Ortíz y Daniela Monsalve– ya han reunido una parte, juntando el premio de Mujeres Jóvenes Talento, que se ganó Wendy en 2022, más otra donación que les hicieron, pero todavía les falta, por eso empezaron una campaña para recoger fondos y juntar lo que necesitan.

La invitación a ayudar es para todos, para lo que conocen la biblioteca y los que no. Los que leen mucho y los que no tanto, los que son de Manrique y lo que son de otros barrios, incluso de otras ciudades y otros países. Porque aunque no lo vea, la biblioteca Sueños de Papel seguirá transformando la cotidianidad de la comunidad del barrio La Cruz, un barrio al que le faltan espacios para la cultura, el arte y la recreación porque fue construido con la urgencia y la precariedad que deja el desplazamiento y la violencia. Y porque las autoridades parecen tener otras prioridades.

Por eso la biblioteca es mucho más que una biblioteca. Y por eso es importante aportar. Porque ayudar a mejorar la vida de los otros es la mejor de las inversiones.

Si quiere aportar a la campaña lo puede hacer a través de la cuenta de la Corporación Biblioteca Comunitaria Sueños de Papel Bancolombia Ahorros #69300000114

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