El expresidente denunció una supuesta amistad entre Juan Guillermo Monsalve, testigo en su contra, y el senador Iván Cepeda*
El testimonio de Juan Guillermo Monsalve, quien dice haber sido paramilitar, condenado a 40 años de prisión, fue determinante para que la Corte Suprema de Justicia iniciara el proceso de investigación al exsenador y expresidente, Álvaro Uribe, por los delitos de soborno a testigos y fraude procesal.
Este hombre dijo que fue presionado por los abogados del líder del Centro Democrático para que se retractara-previamente había dicho que Uribe y su hermano, Santiago Uribe, tenían vínculos con paramilitares-Monsalve aseguró que además de retractarse, los abogados supuestamente le pedían decir que había sido Iván Cepeda quien lo influenció para rendir falso testimonio contra el exmandatario y su hermano.
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Desde que el proceso en su contra inició, Uribe ha dicho inalcanzablemente que nunca sobornó al señor Monsalve y tampoco lo hicieron sus abogados. Contrario a ello, reprocha que la Corte haya considerado a ese testigo pese a la presunta cercanía con el senador Iván Cepeda, quien ha sido su declarado opositor.
Al referirse por primera vez al llamado a juicio en su contra, el exjefe de Estado dio cuenta de las siete reuniones que al parecer sostuvieron Monsalve y Cepeda, las cuales no fueron cuestionadas por la Corte.
“Es evidente la amistad del senador Cepeda con el testigo Monsalve. Por lo menos están en evidencia siete reuniones entre ambos. Además, está probado y no refutado que el senador Cepeda intervino para que al testigo Monsalve no lo trasladaran a la cárcel de Valledupar”, dijo Uribe.
La muy esperada reacción del exsenador, al llamado a juicio en su contra, fue transmitida en la mañana de este miércoles en sus redes sociales. Allí se le ve sentado en una mesa de comedor, leyendo desde un iPad. Sereno, dio varios puntos de vista y detalles de lo que ha sido este proceso. Considera que está viciado por influencias políticas y sentimientos de venganza por parte de sus opositores.
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Afirmó que no hay pruebas sólidas que demuestren que es responsable de sobornar testigos y que, contrario a lo que dice la Corte Suprema, su propósito no era inducir en error a ese alto tribunal. Prueba de ello, dice Uribe, es que desde el año 2011 tuvo conocimiento de la reunión entre Cepeda y Monsalve y solo hasta el 2018 allegó información en ese sentido.
“Nunca tuve interés en buscar al testigo Monsalve es que entre 2011, cuando le dio esa declaración al senador Cepeda, y 2018, nadie lo buscó en mi nombre. Cuando en 2018 fue informado de que ese testigo se quejaba de haber mentido contra mi hermano y contra mí, pedí al abogado Cadena que verificara esto”, detalló.
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El lío judicial entre Uribe y Cepeda se gestó hace más de 10 años. Involucra, testigos-algunos falsos- demandas, injurias, tutelas, privaciones de libertad y ahora un llamado a juicio. Para Uribe es reprochable que Iván Cepeda haya usado toda esta pantalla mediática, judicial y política para impulsar su carrera.
“Todo se dio en las circunstancias de tiempos políticos, cuando algunos, como el senador Cepeda, basaban su campaña en el atentado permanente contra mi honra”, afirmó.
El caso ahora quedó en manos de la Fiscalía que acusa y un juez de la República que decidirá si el expresidente es o no culpable de los delitos endilgados. Se desconoce aún la fecha para la primera audiencia y si en la misma el delegado del ente acusador pedirá la medida de aseguramiento.
