Era una tarde tranquila en el aeropuerto José María Córdova en Rionegro, Antioquia, mientras los pasajeros del vuelo de Avianca 8586 (programado para salir a las 4:25 hacia Barranquilla), esperaban dentro del avión más de lo previsto por un retraso de la aerolínea, sin pensar que en el trayecto vivirían una pesadilla en el cielo debido a las malas condiciones meteorológicas por la onda tropical 38 y las altas temperaturas (33° C) que incidieron en el fenómeno y la intensidad de los vientos, que alcanzaron 79 kilómetros por hora.
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Los momentos de pánico quedaron inmortalizados en un video que se difundió rápidamente en redes sociales, donde se pueden escuchar los gritos de varios pasajeros, quienes minutos antes se encontraban tranquilos disfrutando de un cielo azul claro. Deicy Quintero, pasajera del vuelo de Avianca 8586, detalló a EL COLOMBIANO lo ocurrido.
Alrededor de las 5:00 de la tarde el avión despegó del José María Córdova, luego de que el capitán pidiera excusas por el retraso mientras se encontraban dentro de la aeronave y anunciara que aterrizarían en Barranquilla en aproximadamente 50 minutos.
“Despegamos a las 5:10 de la tarde en un cielo hermoso, azul claro, observando la represa de El Peñol desde las alturas. Fue tranquilo, vimos un arcoíris y después de un rato, el piloto anunció que estábamos a 15 minutos de Barranquilla, que íbamos a comenzar a descender”, relató Deicy Quintero.
Sin embargo, de un momento a otro, ese cielo claro que se podía observar por las ventanas, se oscureció, aparecieron nubes grisáceas y relámpagos mientras surcaban el cielo, lo que no permitió el aterrizaje. Fue por este motivo que el piloto en mando anunció que el aterrizaje no sería posible, y de nuevo, cogió altura.
“El piloto nos avisó que íbamos a sentir turbulencias. En aquel momento el avión comenzó a moverse de un lado a otro, pero todos estábamos en silencio. Lo que desató el caos fue un bajón del avión muy grande que detonó el estrés y la angustia de todos los pasajeros. Comenzamos a orar, nos apretábamos las manos, le pedíamos a Dios calma y tranquilidad. Muchas personas se marearon porque el avión daba vueltas e iba muy rápido. El piloto hizo una maniobra y nos sacó de un torbellino para poder estabilizar el avión. Lo logró estabilizar muy alto y teníamos dificultades para respirar”, aseguró la pasajera.
El tiempo aproximado que duraron entre la tormenta, con fuertes movimientos de la aeronave, fue de 40 minutos, mientras el piloto maniobraba para aterrizar de emergencia en el Aeropuerto Internacional Rafael Núñez de Cartagena. Al aterrizar, Deicy detalló que las personas aplaudieron y un equipo médico atendió a las personas que requerían de atención.
Y es que, incluso, durante el trayecto, un pasajero médico brindó asistencia a una viajera que se descompensó por el estrés intenso que generó la situación.
Al llegar a Cartagena, la mayoría de pasajeros bajaron del avión bajo su responsabilidad. La otra opción era esperar para despegar de nuevo hacia Barranquilla (lo hizo a las 9:00 p.m.). “La turbulencia más intensa duró aproximadamente 10 minutos, en medio de relámpagos y vientos fuertes. Yo me bajé en Cartagena y le agradecí a Dios por haber llegado a tierra sana y salva”.
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¿Qué fue lo que ocurrió?
La aerolínea Avianca informó a este medio que “debido al mal clima en los alrededores del aeropuerto de Barranquilla se presentó turbulencia, por lo que el capitán tomó la decisión de desviarse al aeropuerto de Cartagena. El avión aterrizó a las 06:39 p.m. y los pasajeros fueron atendidos a su llegada al Aeropuerto Internacional Rafael Núñez, desde donde retomó su ruta hacia Barranquilla, y aterrizó a las 09:01 p.m.”.
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, alcanzó a informar ráfagas de vientos de hasta 79 kilómetros por hora en la ciudad y en gran parte del departamento del Atlántico, lo que quedó demostrado con las turbulencias de este avión.
“Hay ráfagas de viento que se vienen intensificando y que están por fuera de lo normal, las cuales vienen acompañadas con lluvias. Desde el aeropuerto nos reportan que los vientos alcanzan hasta una velocidad de 79 km/h”, fue el informe que entregó el Ideam sobre lo ocurrido este lunes en Barranquilla.
Según el reporte de la Oficina de Gestión del Riesgo de Barranquilla compartido por el diario El Heraldo, 152 casas destechadas, 145 árboles y 6 postes caídos fue el saldo estructural del vendaval (con corte a las 10:00 de la noche), que también dejó afectaciones en 7 instituciones educativas distritales por caída de árboles, cerramientos o daños en cubiertas y 3 escenarios deportivos con afectaciones en vallas y luminarias.
“Estas lluvias han estado asociadas al tránsito de la onda tropical 38, la cual estuvo muy cercana al territorio nacional en horas de la noche y madrugada, generándonos estas condiciones adversas debido a lluvias persistentes”, explicó la meteoróloga de la oficina de pronóstico de alertas del Ideam, Leidy Rodríguez al diario barranquillero.
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