Una clínica veterinaria en Bogotá enfrentó una decisión judicial que por primera vez se aplica en Colombia después de que un perro llamado Blue muriera en el establecimiento.
En el fallo, el Juzgado 84 Civil de Bogotá ordenó a la veterinaria indemnizar a los dueños del pug por los perjuicios morales que sufrieron, según reveló El Tiempo.
Andrés Wilches y su pareja, los dueños de Blue, habían llevado a su mascota al centro Casa de las Mascotas SAS para castrarlo. Sin embargo, ese mismo día, el 8 de marzo de 2022, el animal murió durante la operación y según explicó la clínica, el perro falleció debido a complicaciones respiratorias graves, atribuidas a su condición de raza braquicéfala, que afecta su capacidad para respirar normalmente.
Sin embargo, el tribunal determinó que hubo negligencia médica por parte del veterinario a cargo, quien fue suspendido por cuatro meses, pues según el informe de la necropsia, se encontró que la causa principal del fallecimiento fue un atrapamiento epiglótico del paladar blando.
Este problema, agravado por el síndrome braquicéfalo característico de los pugs, provocó una obstrucción en las vías respiratorias de Blue, lo que condujo a una falta de oxígeno en su cuerpo (hipoxia) y, finalmente, a su muerte.
La clínica argumentó que la muerte del perro fue debido a un imprevisto. Pero los demandantes alegaron que en la veterinaria sabían que los pugs pueden tener complicaciones respiratorias debido a su anatomía, pero no realizaron exámenes para confirmar si Blue tenía esta condición antes de la cirugía. Además, criticaron que la clínica no consideró el uso de elementos de intubación de manera obligatoria durante la recuperación, lo cual pudo haber afectado la atención postoperatoria del perro.
“Familia”
A finales de 2023, un Tribunal Superior de Bogotá reconoció el término de una familia multiespecie, donde se reconoce a una mascota como parte del núcleo familiar.
Pero antes de este fallo, la jurisprudencia colombiana generalmente no reconocía los daños morales por la muerte de mascotas como un derecho indemnizable.
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Por lo que Wilches recalcó que Blue “era un miembro de una familia, no era una mascota para el cuidado de la casa o para sacarle provecho económico”.
La clínica fue ordenada a pagar una compensación de cuatro millones de pesos por daños morales a los dueños de Blue, Andrés Wilches y su pareja, junto con 1.307.000 pesos por daños materiales.
“Hoy por hoy los animales son parte de la familia, son seres sintientes”, expresó el juez. “Por ser en este caso la víctima una mascota llamado Blue, entiende este servidor que hay que realizar un reconocimiento, no en el monto que solicitó la parte demandante de 5 millones, pero considero que 4 millones de pesos es un monto que no resarce el dolor, pero por lo menos lo compensa”, señaló el togado durante el fallo.
