El caso de la doctora Catalina Gutiérrez Zuluaga, quien se quitó la vida el pasado 19 de julio en medio de la residencia que hacía en la especialidad de cirugía en la Universidad Javeriana, tiene conmocionado al sector salud y educativo.
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A raíz de la carta de despedida que dejó la médica a sus compañeros de estudio y por los pronunciamientos de otros profesionales de salud sobre las condiciones en las que estudian especialidades médicas, este caso sería el reflejo de una cultura de maltrato, acoso laboral y violencia en esos espacios académicos.
Al respecto, varias entidades, gremios y sociedades científicas se han pronunciado por el caso y han pedido acciones frente a estos casos.
La Asociación Colombiana de Sociedades Científicas (ACSC), por ejemplo, reclamó la creación de una Política de Talento Humano en Salud que brinde garantías a la seguridad de los profesionales, técnicos, tecnólogos y auxiliares en salud. Así mismo, lamentó el hecho, condenó las circunstancias en las que ocurrió este acto y solicitó a las autoridades adelantar las investigaciones pertinentes.
Por eso, insistió en la necesidad de crear una política de salud que pueda prevenir estas circunstancias y señaló que dicha política ha sido abordada por la asociación, por lo que hizo un llamado para unir esfuerzos con el Ministerio de Salud y el Congreso para consolidar un proyecto al respecto.
Entre tanto, el Ministerio de Educación anunció que, en ejercicio de las funciones de inspección y vigilancia, realizará una visita preventiva a la Pontificia Universidad Javeriana para verificar las condiciones de calidad de los residentes de los programas de salud, así como para que reporten las acciones adelantadas para la prevención y atención a los riesgos de salud física y mental y la implementación de protocolos destinados a prevenir cualquier forma de violencia, acoso, prácticas de hostigamiento y suicidio.
De igual manera, la entidad fue enfática en la importancia del sistema de alertas frente a señales de angustia o malestar de los jóvenes al interior de las instituciones de educación superior e instó a priorizar el cuidado de la salud mental de los estudiantes.
Por su parte, la Asociación de Sociedades Científicas de Estudiantes de Medicina de Colombia (Ascemcol) expresaron su “consternación con los hechos que llevaron a dicha tragedia” y señalaron que “el acoso sistemático a los médicos residentes y estudiantes y el maltrato hacia los mismos por parte de docentes y administrativos es algo recurrente en nuestras facultades”.
De igual manera, la Asociación Nacional de Internos y Residentes (ANIR) le exigió a la Universidad Javeriana implementar medidas para cuidar la salud mental de los estudiantes y aseguró que las universidades no cuentan con “medidas reales contra el maltrato”.
La Universidad Javeriana, en el ojo del huracán por este caso, aseveró en un pronunciamiento oficial que “si bien se han desarrollado estrategias en este sentido, somos conscientes de que debemos fortalecer nuestro trabajo en el cuidado de nuestros estudiantes, profesores y pacientes”.
También anunció que la próxima semana se llevará a cabo un proceso de conversación con los residentes de diferentes especialidades y con los docentes de la institución para “establecer la mejor ruta de acción”, así como que investigará “la existencia de situaciones que no estén en línea con nuestro modo de proceder y tomará las medidas que sean necesarias para garantizar el bienestar de la Comunidad Javeriana”.
Las entidades de salud en distintas ciudades del país cuentan con líneas de apoyo para temas relacionados con la salud mental. En Medellín está el contacto 4444448 y en Antioquia el número 4407649 en sus líneas social y mujer 123.
En Bogotá están la 106 y la línea psicoactiva 018000112439, así como en Boyacá y Cali con la 106.
El ministro de Educación, Daniel Rojas, tendrá que asistir al Congreso a una debate de control político para referirse a este caso. En palabras del representante a la Cámara citante, Álvaro Rueda (Partido Liberal), el funcionario debe exponer “qué acciones van a implementar para acabar con la violencia hacia los estudiantes”.
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