Los influenciadores en redes sociales hacen de todo para satisfacer a sus seguidores, incluso retos en los que pueden arriesgar la salud. El caso más reciente es el de Yeferson Cossio, un antioqueño que el pasado 1 de marzo publicó en su cuenta de Instagram un video en el que cuenta que se sometió (voluntariamente) a una cirugía de implantes de senos para pagar una apuesta. Entonces surgió una pregunta: ¿Practicarse una cirugía cuando no se necesita?
Se puede analizar desde dos miradas, la medicina y el derecho. “Desde el punto médico veo que este es un paciente heterosexual en el que no hay una indicación médica para hacerle ese tratamiento. La cirugía de colocación de implantes mamarios en un hombre está determinada por condiciones como disforia de género o trastornos de identidad sexual. Parecer chistoso o ganar más seguidores en redes sociales no es una indicación médica para hacer una cirugía”, señala Lina Franco, cirujana plástica reconstructiva.
Es decir, se realiza cuando en un paciente “no hay una compatibilidad entre su cuerpo y su identidad acerca de lo que es como persona”. Antes de hacerlo, además, explica Franco, es necesario una valoración de psiquiatría.
Hay riesgos
Antes de someterse a un procedimiento como los implantes de senos se deben conocer los riesgos. “Queda una cicatriz permanente en el cuerpo y no se puede quitar ni siquiera con láser”. Como la piel sufrirá cambios bioquímicos, en algún punto la expansión “será permanente y no se podrá retraer”. En otras palabras, “lo más probable” es que una vez retirados los implantes la piel no se recoja, se vuelva flácida y aparezcan estrías.
El paciente también se enfrenta a contraer infecciones, “así se haya hecho la cirugía en un quirófano bajo las mejores condiciones, porque es un riesgo que no se puede eliminar, pero sí tratar de reducir con antibióticos”.
Para Franco, implantarse senos es una herramienta que si se usa de forma adecuada mejora la calidad de vida de las personas. “Existen unos principios éticos que han regido en la medicina durante siglos y son beneficencia, autonomía, no maleficencia”.
Según un estudio de la Revista Chilena de Cirugía, está comprobado científicamente que las pacientes con cirugía de aumento mamario mejoran su autoestima, vida sexual y relaciones con el entorno en comparación a como se sentían antes de la operación.
Por su parte, la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética reveló que en 2018 en el país se realizaron 81.690 cirugías de senos que incluyen aumento, extracción de implantes, levantamiento, reducción y ginecomastia.
Así que desde el punto de vista médico no es recomendable una cirugía si no se requiere, por ejemplo por una apuesta, porque siempre hay riesgos, grandes o pequeños. Además, la ética personal juega un papel importante en la medicina y más en tiempos como los de ahora, en los que hay que analizar cada hecho. Un ejemplo es el tema de los medicamentos, que a veces escasean por la pandemia. Hay cirugías que se han dejado de hacer por el riesgo que implica llegar a una UCI. Así, con medicamentos utilizados en una que no es urgente, hace una lista la cirujana Lina Franco, se podría “operar a un paciente que requiera la reconstrucción por quemaduras, anestesiar a un niño por una mordedura en la cara, hacer un reemplazo de una cadera”.
Ahora bien...
El abogado Sebastián Gómez expone que existen derechos y principios que “protegen la actuación” y una decisión así. Y estos son: el libre desarrollo de la personalidad y el derecho a la intimidad, consagrados en la Constitución Política de Colombia.
“El ciudadano como miembro de una sociedad puede definir su imagen de la manera en que él lo considere y quiera construir su dignidad y su proyecto de vida. El Estado tiene la obligación de no interferir en el desarrollo de su libre disposición como ciudadano y ser humano”.
El derecho a la intimidad (artículo 15 de la Constitución) señala que toda persona está en plena libertad de tomar decisiones que le confieren a su vida privada. “Ejerció su derecho de conformidad con su autodeterminación sin ningún tipo de restricción o consecuencia desde el punto de vista constitucional, su libertad va hasta donde afecte a los demás ciudadanos o los valores y principios del Estado”.
Gómez explica que desde el punto de vista penal (artículo 32 del Código Penal) se establece “una ausencia de responsabilidad penal y por lo tanto no se puede hablar de que hubo una tipificación penal”. Y agrega: “El ciudadano puede obrar en el ejercicio de un derecho”.
También deja claro que el médico que realizó la cirugía estética debió haberle explicado al paciente de manera detallada cuál era el procedimiento, las alternativas y los riesgos inherentes. A esto se suma una “verificación del estado mental para saber que sí estaba dentro de sus esferas y no fuera de sus condiciones cognitivas”.
“El artículo 17 de la Ley Estatutaria de Salud le garantiza al médico que tiene libertad para ejercer su profesión con los procedimientos adecuados y que el paciente haya firmado el consentimiento informado”.
EL COLOMBIANO intentó conversar con Cossio para conocer su versión, pero no fue posible porque se encuentra medicado. En diálogo con su novia, Jennifer Muriel, confirmó que el influencer se practicó la cirugía para pagar la apuesta y que antes de la operación le dejaron claras las consecuencias a las que se exponía.
En el país actualmente no hay un proyecto de ley que regule los procedimientos médicos y quirúrgicos con fines estéticos, de existir ayudaría a definir, entre otras funciones, las condiciones para la práctica de ellos.
De ahí que el debate tiene respuestas según desde dónde se analice
81.690
cirugías de senos se realizaron en Colombia en 2018: ISAPS