El Estado colombiano logró recuperar 77 piezas arqueológicas que estaban en poder de privados en Alemania. La Cancillería aseguró que la recuperación del material histórico contribuirá a la consolidación de la memoria social de Colombia.
El conjunto de los elementos estaban en poder de una familia que los adquirió durante una visita a Colombia en 1974. Regresaron al país en el avión presidencial y están en Bogotá desde el 19 de febrero.
El proceso para la repatriación de las piezas inició con un diálogo diplomático y una investigación en la que le siguieron las pistas al paradero de las piezas.
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“La mayoría de las veces, son las embajadoras y los embajadores quienes ubican en casas de subastas y reciben manifestaciones de personas anunciando su interés en retornarlas. Luego comienzan las conversaciones, vía la Cancillería, para que se haga un peritaje”, señaló Catalina Ceballos Carriazo, directora de asuntos culturales de la Cancillería.
Sobre el origen de las piezas, determinó el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), son prehispánicas y están elabaoradas en cerámicas y metales que provienen de las regiones de Tairona, San Agustín, Guane, Calima y Quimbaya.
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“Hoy en día estamos entrando a unas nuevas narrativas sobre cómo se enfrenta a la memoria. La memoria generalmente ha sido desde proceso de civilización o de colonia. El proceso de civilización descubre las piezas y es ese proceso el que se la lleva. Hoy en día podemos hablar de una descolonización porque no solamente se trata de una memoria, se trata también de nuevas narrativas sobre cómo los museos resguardan las piezas, de nuevas narrativas para reconocer cuáles eran piezas para el uso y otras eran para la adoración de algunos ídolos, el sol o el agua”, reseñó la directora Ceballos.
La Cancillería aseguró que la recuperación de estas piezas contribuyen a la apropiación social del pasado de los colombianos y aportan a la “consolidación de la memoria social y la identidad de una nación”, puntualizó el ministerio de Relaciones Exteriores.