El alcalde mayor de Bogotá, Carlos Fernando Galán, anunció nuevas medidas frente al preocupante escenario que enfrenta la ciudad por el nivel de los embalses que surten a la capital del servicio de agua. La sequía que hay en el clima bogotano sería un factor que agravaría el panorama.
Durante este jueves, 12 de septiembre, la gerente del Acueducto de Bogotá, Natasha Avendaño, presentó un informe sobre los niveles de los embalses que alimentan a la ciudad de agua potable.
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De acuerdo con la entidad, debido a la ausencia de lluvias presentada en el mes de agosto en el sistema Chingaza se han reducido los niveles de sus embalses como Chuza y San Rafael, los cuales están al 46 por ciento de su capacidad.
Bajo este panorama, cada vez la posibilidad de alcanzar la meta de un 70 por ciento en los embalses para el mes de octubre se ve más lejana, por eso la Alcaldía de Bogotá ha anunciado unas nuevas medidas.
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“Les adelanto desde ya, si para el 21 de septiembre la situación no mejora, tendremos que imponer una restricción mayor. Evaluaremos la medición y si las proyecciones indican que es necesario, podríamos intensificar el racionamiento para el siguiente ciclo, es decir, el 28 de septiembre”, declaró Galán luego de recorrer la planta Tibitoc.
El mandatario distrital detalló que las decisiones sobre estas restricciones en el uso del agua estarán basadas en el promedio de consumo de agua de los bogotanos, los niveles del sistema Chingaza y proyecciones para los siguientes meses.
En medio de una rueda de prensa el alcalde resaltó que la medida del racionamiento sí ha servido, una estrategia que se adoptó desde el 11 de abril en donde distintos barrios de la capital tienen cortes programados de agua en un período de 24 horas.
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“El racionamiento sí ha funcionado. Hay 18,8 millones de metros cúbicos en Chuza que son producto del racionamiento”, expresó el alcalde mayor.
