La colectividad no se ha puesto de acuerdo frente a cómo será la elección del candidato que llevará las riendas de la Corporación.
La puja por la elección del próximo presidente de la Cámara que se libra al interior de los verdes está al rojo vivo. Acusaciones de juego sucio, reclamos por falta de garantías, divulgación de información falsa e intromisiones ‘non sanctas’ hoy tienen en vilo el proceso. En juego está nada menos que la conducción y liderazgo de la mesa directiva de la Corporación a partir del próximo 20 de julio.
De allí que en las huestes de la Alianza Verde se viva una batalla entre los sectores petristas que buscan asegurar esa decisiva plaza para alguien cercano al Gobierno y aquellos que buscan confiarle esa dignidad a la representante Katherine Miranda, uno de los pesos pesados del partido y quien ha marcado distancia –con dejo de oposición– al Ejecutivo.
La decisión únicamente le corresponde a los verdes, teniendo en cuenta que –según los acuerdos a los que llegan los partidos con mayor votación en las elecciones legislativas–, en este tercer año parlamentario el turno en la Presidencia de la Cámara le corresponde a algún miembro que designe esa colectividad. Los demás miembros de la Corporación, sin distingo de su partido y como es usual, respetan y acogen la determinación.
No obstante, hoy la nuez del asunto son las mayorías internas y por quién se inclinarán frente a los seis aspirantes en carrera: además de Miranda, en el partidor figuran los representantes Jaime Salamanca, Martha Alfonso, Duvalier Sánchez, Wilmer Castellanos y Santiago Osorio (considerados estos cinco cercanos o afines al Ejecutivo).
En este contexto, sobresale un interrogante de primer orden. Si bien los verdes cuentan con 15 representantes, hay un sector que busca que en la elección del candidato único también puedan participar los cinco congresistas de la Centro-Esperanza, teniendo en cuenta que ambas facciones llegaron en coalición a la Cámara.
“Sin los votos de la bancada Centro-Esperanza, habría sido imposible lograr la Presidencia de la Cámara. Por tanto, es impensable que la elección se haga sin ellos”, sostuvo el representante Cristian Avendaño.
La duda sobre si los integrantes de la Centro-Esperanza es decisiva en la balanza, teniendo en cuenta que –según los cálculos que se hacen desde el sector que apoya a Miranda–, respaldarían irrestrictamente a la representante capitalina. Se estima que la congresista cuenta con siete votos de los verdes y si se suman los cinco de Centro-Esperanza tendría 12 apoyos, suficientes para hacerse a la conducción de la Corporación.
Guiño boyacense
Sin embargo, los sectores petristas también están moviendo sus fichas. Si bien durante semanas sonó como favorita de esa facción la representante Martha Alfonso –recordada por abanderar proyectos del corazón del petrismo como la fallida reforma a la salud o la reforma pensional–, su aspiración ha ido perdiendo fuerza.
¿La razón? La aparente injerencia de otro peso pesado de los verdes: el hoy gobernador de Boyacá Carlos Amaya. De acuerdo con fuentes consultadas por este diario, el funcionario –afín al proyecto petrista– puso en competencia a dos representantes de su cuerda: tanto Jaime Raúl Salamanca como Wilmer Castellanos, para disputarle el puesto a Miranda.
“El acuerdo entre Petro y Amaya fue postular a Castellanos y por eso se desinfló la aspiración de Martha”, sostuvo un miembro de la bancada.
De hecho, no dejó de llamar la atención que Alfonso se ausentara de una reunión para definir las reglas de juego el pasado martes, con todo y que divulgó una carta en la que sostuvo que acogerá la decisión que adopte la colectividad y que, en caso de no resultar electa, “también aseguro actuar con humildad al retirar mi candidatura”.
Sin embargo, para el sector petrista Salamanca no deja de ser visto con recelo. Si bien reivindicó ser del ala mockusiana del partido –uno de los atributos de Miranda– y se comprometió a ser garante “de un debate amplio y democrático”, hay quienes dudan de su apoyo irrestricto a Petro.
De hecho, conocida la idea del Gobierno de insistir en la idea de convocar una Asamblea Nacional Constituyente, Salamanca se manifestó en contra de esta alternativa y pidió “profundizar el acuerdo nacional”.
Lo cierto es que hoy figura como uno de los más fuertes contendores y es uno de los impulsores de que haya una candidatura única que rivalice con Miranda: “He propuesto al Partido Verde tiempo y autonomía para concertar una candidatura única a la Presidencia de la Cámara. O al menos dos. No me cabe la menor duda que Martha, Duvalier, Santiago, Wilmer y yo llegaremos en los próximos días a un consenso”.
A la espera de que se resuelva el proceso, en redes circuló información falsa y desde el sector que respalda a Miranda hay reclamos por falta de garantías, teniendo en cuenta que –aseguran– desde el 19 de junio se acordó que la Centro-Esperanza sí participaría. “Está decisión la comparte la mayoría de la bancada”, dijo la propia Miranda.
La puja promete seguir caldeando los ánimos justo cuando restan 15 días para que arranque otro periodo legislativo. ¿Se impondrán los petristas o llegará una independiente con visos de opositora? El pulso persiste.
Juego sucio e información falsa
Este jueves, en redes sociales comenzó a circular una supuesta resolución emitida por las directivas de la Alianza Verde en la que se definían las aparentes reglas para el proceso de elección. Incluso, algunos medios retomaron la información que, como lo confirmó la colectividad, era falsa.
Allí se indicaba que el proceso únicamente tendría en cuenta a los integrantes de la bancada verde (excluyendo a los de Centro-Esperanza) y que el próximo 12 de julio se realizaría un encuentro entre los representantes para elegir por voto secreto al próximo presidente.
La divulgación de esa información desató malestar entre los sectores cercanos a Miranda, que advierten que hechos de este calibre demuestran falta de garantías. Este diario intentó obtener una respuesta de las directivas frente a este tipo de situaciones y la definición de cómo será el mecanismo de elección. Sin embargo, no hubo respuesta. Por ahora, ha trascendido que no se han puesto de acuerdo frente al proceso, pero que próximamente adoptarán determinaciones.
