En la baraja por reemplazar a Gregorio Eljach en la estratégica Secretaría General del Senado ya hay 21 candidatos inscritos. Si bien el ramillete es amplio, sobresale como favorito un solo nombre: Diego González.
Se trata del actual secretario de la Comisión Segunda del Senado quien, con el guiño del Partido de La U, suena como el más opcionado para llegar a la Secretaría. El funcionario cuenta con el respaldo de varias bancadas y, según los mentideros políticos, será el ungido por la plenaria el próximo 4 de diciembre.
El proceso de selección arrancó la semana pasada y, tras la apertura de inscripciones, 21 personas ya levantaron la mano. En la baraja figura también una dura contendora: Yuri Sierra, la secretaria de la Comisión Primera.
Junto a ellos dos hay otros nombres que son conocidos en el Senado. Por un lado, Lucio Muñoz, quien era la mano derecha del exsecretario Eljach y Gonzalo Pinzón, quien ocupó la Secretaría de la Comisión de Acusación de la Cámara.
La lista la completan Pedro Santiago Rodríguez Betancourt, Fernando Trujillo Mopan, Yeny Paola Garzón Reyes, Enrique José Cotes Barrios, Christian Rodríguez Martínez, Héctor Julio Garzón Vivas, Ana Feliz Romero Aranzazu, Diego Antonio Montoya Taborda, Jesús Eliécer Rincón Muñoz, Samuel Bautista Peña, Wilson Abraham García Montañez, José Elberth Veloza Rincón, Ricardo Cruz Garzón, Mariano Rivera Buitrago, Carlos Francisco Toledo, Oswaldo José Ochoa Albor y Daniel Mauricio Quinceno Arcila.
Según el cronograma del proceso, el paso a seguir es que la Comisión de Acreditación del Congreso de la República verifique las hojas de vida de los aspirantes. Se fijó que la elección se hará en la plenaria el 4 de diciembre.
La Secretaría del Senado es un puesto estratégico y apetecido, no solo por su lucrativo salario —casi $50 millones al mes, poco menos de lo que gana un congresista—, sino por las redes de poder e influencia que puede tejer.
Entre sus funciones se cuenta llevar y firmar actas; dar lectura a los proyectos; informar los resultados de las votaciones; dirigir la formación del archivo legislativo o expedir las certificaciones e informes que soliciten las autoridades.
Aunque parecerían asuntos de mero trámite, el secretario del Senado es el encargado de firmar las leyes y organizar los debates. Desde ese rol, tiene un relacionamiento de tú a tú con todos y hace las veces de asesor, pero también de consejero del presidente de turno al frente de la Corporación.