La reciente decisión del Gobierno panameño de cerrar tres de los pasos fronterizos en el tapón del Darién ha generado una preocupante alerta por parte de la Defensoría del Pueblo de Colombia. Esta medida, que incluye la instalación de una cerca de alambre de púas de casi 80 metros en uno de los cruces, busca impedir el paso de migrantes en esta región limítrofe entre Colombia y Panamá.
La Defensoría del Pueblo ha hecho un llamado al Gobierno colombiano para que solicite a las autoridades panameñas el cumplimiento del derecho internacional humanitario. Pues la entidad subraya la importancia de garantizar los derechos de los migrantes, incluyendo la accesibilidad a necesidades básicas, la protección y las garantías de no devolución para aquellos susceptibles de asilo.
La entidad destacó que la mayoría de los migrantes que cruzan la selva del Darién son venezolanos, colombianos, ecuatorianos y chinos. Este año, aproximadamente 197,000 personas han atravesado esta peligrosa ruta, con más de 27,500 migrantes registrados solo en junio, de los cuales 5,600 eran niños.
La Defensoría advirtió que el cierre de estos cruces aumentará el represamiento de personas en los municipios receptores de migrantes en la subregión del Urabá antioqueño y chocoano. Además, incrementará las necesidades de protección de las poblaciones en movilidad humana y de las comunidades étnicas que habitan en la zona limítrofe.
“Hemos reiterado a las autoridades nacionales y locales, la necesidad de tomar medidas urgentes y activar mesas de gestión migratoria con un enfoque humanitario”, informó el defensor del pueblo Julio Luis Balanta. “La materialización de las restricciones en el Tapón del Darién podrían desencadenar un crisis de salud pública”, advirtió.
El miércoles 3 de julio Panamá anunció oficialmente el cierre de estos pasos frecuentemente utilizados por migrantes, una medida que busca limitar el flujo migratorio y ejercer un mayor control sobre esta ruta. Según un comunicado del Servicio Nacional de Fronteras de Panamá, esta acción está dirigida a mejorar la eficiencia en la lucha contra las organizaciones delictivas transnacionales que se benefician del tráfico de personas.
En un esfuerzo por gestionar mejor la crisis migratoria, Estados Unidos ha llegado a un acuerdo histórico con Panamá, comprometiendo seis millones de dólares inicialmente. Este acuerdo, anunciado por el Departamento de Seguridad Nacional de EEUU, financiará los costos de repatriación y proporcionará entrenamiento y asistencia técnica a las autoridades panameñas.
El Gobierno de Estados Unidos, señaló que el objetivo del acuerdo es enviar un mensaje claro a los migrantes sobre la importancia de utilizar vías legales y seguras para migrar, y protegerlos de la explotación por parte del crimen organizado transnacional.
La situación en el tapón del Darién sigue siendo crítica y miles de migrantes siguen llegando cada día a los municipios fronterizos para buscar la manera de cruzar.