Mientras que en el primer trimestre del año Indepaz contabilizó 27 hechos, el Ministerio de Defensa apenas documentó ocho.
En lo corrido de 2023, con corte al 30 de abril, se han presentado 34 masacres en Colombia, que han dejado 112 muertos, según los registros del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz).
El conteo de esa ONG contrasta con las cifras del Gobierno Nacional. Según el Ministerio de Defensa, con corte al 31 de marzo, apenas se habían registrado ocho “homicidios colectivos”, con 33 víctimas. A esa misma fecha, Indepaz ya contabilizaba 27 hechos.
¿En qué radica la diferencia? Indepaz contabiliza las masacres a partir de las tres víctimas, atendiendo a un estándar internacional de la ONU, mientras que el MinDefensa lo hace de cuatro muertos en adelante, siguiendo los acuerdos internos pactados hace décadas entre Medicina Legal, el Gobierno y otras entidades judiciales y policiales, y que sirve como medida para los estudios sobre el conflicto armado de las oficinas gubernamentales y los análisis Forensis sobre el comportamiento criminal.
Este contraste entre ambas visiones se presta para múltiples divergencias políticas. En el pasado gobierno de Iván Duque, los partidos de izquierda usaban los conteos de masacres que incluían los triples homicidios para cuestionar las políticas de seguridad del mandatario.
Pero ahora que la izquierda está en el poder, con Gustavo Petro a la cabeza, no reconoce las cifras de la ONG, sino las del Mindefensa, y son ahora los partidos de derecha los que emplean las cifras extraoficiales como argumento para criticar al jefe de Estado.
Y eso que las cifras, en ambos casos, podrían ser más abultadas si tanto las ONG como el Gobierno incluyeran las masacres contra funcionarios de la Fuerza Pública, cosa que no hacen y registran por separado. Entre esos hechos está la matanza de 10 militares el pasado 29 de marzo, a manos del ELN, en El Carmen, Norte de Santander.
Tampoco se suman las bajas de delincuentes en combates, tanto a manos de la Fuerza Pública como de otros grupos armados ilegales. Como sucedió el pasado 29 de enero en la zona rural de Buenaventura, donde en una operación militar murieron nueve combatientes del ELN.
