Los días ya están contados para quienes aspirarán a la Presidencia por firmas. Así lo precisó la Registraduría Nacional al reiterar que el 12 de diciembre es la fecha máxima para que los 37 precandidatos por esa vía le entreguen los formatos diligenciados por los ciudadanos, con los que esperan recibir el aval para participar en los comicios de 2022.
A tan solo 70 días de cumplirse ese plazo, la entidad le dejó claro a ese grupo de precandidatos que, para que se apruebe su aspiración presidencial –apartada de los partidos políticos– y su cara esté en el tarjetón el 29 de mayo del próximo año, tendrán que presentar mínimo 580.620 firmas válidas, que equivalen al 3 por ciento del total de votos válidos de las elecciones presidenciales del 2018.
Más allá de avisar que falta poco más de dos meses para la entrega de las firmas, este llamado de atención ha tenido relevancia debido a que algunos de los precandidatos han manifestado su preocupación por las dificultades en el proceso de recolección en tiempos de pandemia, y por la cifra que supera el medio millón.
En ese contexto, EL COLOMBIANO dialogó con algunos de los precandidatos para conocer cómo avanzan en este proceso que concluirán en diciembre y del que tendrán respuesta el 19 de enero de 2022, fecha en la que la Registraduría confirmará quiénes alcanzaron las firmas exigidas y podrán aspirar.
Proceso dispendioso
Independiente de su postura política, hay dos puntos en los cuales coinciden los precandidatos: en que la meta mínima es un millón de firmas recolectadas para alcanzar las válidas y en que se lanzarse por esta vía es un proceso dispendioso.
Para Juan Carlos Echeverry, la principal preocupación se centra en la nula posibilidad de digitalizar el proceso, pues así se reduciría la anulación de firmas en formatos de papel. “A todos los precandidatos nos someten a un proceso dispendioso que es certificar que cada firma y número de cédula están bien y que tiene la misma caligrafía. Eso sale de tener que hacer todo en un papel. Debería ser digital”, dijo.
Por su parte, los exalcaldes de Bogotá y Medellín Enrique Peñalosa y Federico Gutiérrez le manifestaron recientemente a este diario que la pandemia era un factor adicional que implicaba dificultad en la recolección, debido al aislamiento y la prevención de los ciudadanos, además el primero cuestionó la cantidad de firmas exigidas.
“Pienso que son demasiadas firmas. Con la pandemia es más grave, pero aún sin la pandemia es una cifra excesiva”, expuso Peñalosa.
Apartados de las críticas, otros aspirantes por firmas, como Rodolfo Hernández, Miguel Ceballos y Roy Barreras, entregaron un balance de cómo avanzan en el proceso. “Vamos bien, esto sirve de expectativa para que la gente me conozca. Tenemos previsto recolectar un millón y medio de firmas hasta el 10 de diciembre”, señaló Hernández.
En su caso, Barreras expuso que ha encontrado apoyo en las zonas apartadas del país y aseguró que algunos de los que se quejan son “precandidatos flojos”
a quienes “los cogió la noche” en la recolección de las firmas exigidas.
“La recolección, en mi caso, ha dado resultados. Sobre los reclamos, todos sabíamos cuáles eran las reglas de juego y todo se define acorde a la ley, los que se metieron a esto como una estrategia de marketing son los que están ahora quejándose”, dijo Ceballos.
Precisamente ante ese panorama de inquietudes, la Registraduría defendió que las reglas de juego las definió de acuerdo a lo establecido en el artículo 7 de la Ley 996 del 2005, con lo que se aclaró que la cifra de firmas mínimas exigidas no es un capricho, sino que está sustentada.
Sobre el balance, aunque en esta fase de la recolección no hay una forma de verificar la autenticidad de las firmas, diferentes candidatos le reportaron a EL COLOMBIANO cuántas han recolectado (ver Radiografía) a la fecha.
Lo cierto es que los precandidatos tendrán que recolectar 195.272 firmas más que la cifra fijada para las elecciones de 2018, y desde ya se enfrentan a un mecanismo con el que pueden medir su potencial fuerza electoral para 2022
70
días tienen los precandidatos para presentar las firmas para la revisión de la Registraduría.