El presidente Gustavo Petro sigue hablando de su última propuesta y “llamado al pueblo”: una Asamblea Nacional Constituyente, que anunció el viernes pasado desde Cali.
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En un documento de tres páginas, que la Presidencia llamó “Proceso constituyente Abecé”, el Gobierno explica que “la Asamblea Nacional Constituyente es un mecanismo democrático contemplado en la Constitución del 91” y que “cuando se abre la puerta para una constituyente, el pueblo decide. Y a eso el jefe de Estado le llama democracia. Si no hay fuerza constituyente, no hay constituyente”.
Así mismo, agregaron que “el presidente no decide el futuro de una Asamblea Nacional Constituyente” y que ese proceso “no tiene que ver con recuperar los proyectos de ley que el Congreso hunda”.
En seguida, el abecé indicó que la constituyente “no es cambiar la Constitución del 91” y que “lo fundamental para ser aprobado en un proceso constituyente está en lo que, en los últimos treinta años, los poderes constituidos no han podido desarrollar”.
“Los electores de Gustavo Petro no votaron contra la Constitución del 91. Pero votaron para cambiar el régimen de facto que había o que hay. La orden que se ha dado en Colombia, a través del voto, es el cambio”, dice el documento.
Ante esto, señaló seis puntos que “requieren atención urgente”. Primero, la implementación efectiva del Acuerdo de Paz de 2016, “el cual fue desatendido y atacado durante el gobierno anterior”; segundo, garantizar en el corto plazo las condiciones básicas de vida para todos los ciudadanos, que incluyan salud, pensión y acceso al agua; tercero, una reforma judicial que acerque el sistema judicial al ciudadano, lo haga más efectivo y tenga una dimensión reparadora en términos de verdad y garantías de no repetición.
Por otro lado, está la “propuesta alrededor del reordenamiento territorial, donde se fortalezca la autonomía local siempre y cuando el territorio excluido sea rápidamente incluido y empoderado”; el cambio climático; así como establecer un diálogo en torno al fin de la violencia en Colombia y la reconciliación”.
Luego, argumentó el abecé que “la Constitución de 1991 no se aplicó”, ante lo cual dijo que “las confesiones ante la justicia de los actores de la guerra de las últimas décadas lo que demuestran es que después de la Constitución del 91, en lugar de construir el Estado Social de Derecho que proponía, se construyó un régimen mafioso”.
También explicó que para la reforma a la justicia “es fundamental garantizar una justicia imparcial e independiente” y que el presidente de la República “reitera su compromiso de respetar la independencia de poderes y la autonomía judicial, como dicta la Constitución”.
Luego, sobre el fantasma de revivir la reelección —que estuvo vigente en Colombia entre 2006 y 2014— afirmó el Gobierno que no se “está buscando una reelección presidencial ni la ampliación de su mandato y asegura que no impulsará reformas o una constituyente en ese sentido”.
Finalmente, manifestó que el Gobierno de Petro “no ha hecho ninguna expropiación” y que “la propiedad privada no se verá afectada” y cerró con que el proceso constituyente “puede finalizar antes o después” de 2026, pues el proceso “no está amarrado” a ese año”.
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