Esa marcada identificación y confrontación ideológica que rodeó el pasado debate presidencial entre la izquierda y la derecha, especialmente en segunda vuelta, está tomando un nuevo impulso para la carrera por el poder regional.
Con los resultados obtenidos por la coalición que rodeó al excandidato presidencial Gustavo Petro, quedó probado el potencial electoral de la izquierda como una opción real de poder en algunas ciudades del país, como Bogotá y Cartagena.
Pero los líderes de este espectro político también ratificaron que, si se van divididos, sus posibilidades de triunfo se esfuman y tendrían que resignarse a ser oposición también en lo regional y local.
Ante este panorama, a unos y otros, representados por varios partidos y movimientos, unos más de centro, pero con un pie en la derecha o en la izquierda, no les queda otra salida que hacer coaliciones, porque no habría chance de segundas vueltas.
El campanazo de alerta
En la campaña del plebiscito por la firma del Acuerdo de paz con la Farc, gran parte de la derecha se unificó entorno al No y, contra todo pronóstico, ganaron. En ese momento se formó la coalición que casi dos años después ganó la Presidencia de la República.
Mientras estos se unieron, tras un proceso de consulta, previo a la primera vuelta, y terminaron reunificando la derecha, la izquierda y la centro izquierda llegaron con varios candidatos en primera y no fueron capaces de juntarse en la etapa final del proceso.
Para este 2019 ya hay asomos de esas reunificaciones ideológicas. En noviembre el representante a la Cámara del Centro Democrático, Samuel Hoyos (ya candidato oficial del partido), le envió una carta a los partidos Liberal, Conservador, Cambio Radical, La U, Centro Democrático, Mira, Colombia Justa y Libre y Opción Ciudadana, pidiéndoles que participen en una consulta interpartidista que les permita tener un candidato único para el próximo año.
Hoyos reforzó su propuesta con la renuncia a su curul el pasado 31 de diciembre, para según él, proteger los intereses de 8 millones de capitalinos. “En el pasado, por anteponer los intereses personales por encima de los intereses de la ciudadanía, quedamos en manos de una izquierda populista, irresponsable y corrupta”.
Al respecto el representante Buenaventura León, del Partido Conservador, dijo que es una propuesta válida, entre otras cosas porque la reforma política contempla las reglas para las consultas interpartidistas.
“La preocupación no es tanto por la izquierda, sino cómo logramos armar una agenda y unas propuestas que nos permitan una gobernabilidad en Bogotá, a partir de 2020, con consensos, con un programa de gobierno incluyente e integral. Un acuerdo de varias fuerzas a las que nos identifican principios como el orden, la seguridad y la defensa de la familia”.
Para el representante a la Cámara por Bogotá Juan Carlos Losada, del Partido Liberal, el exrepresentante Hoyos tiene razón: debe haber una consulta en los dos espectros, porque hoy la campaña está atomizada, con cerca de 15 precandidatos a la Alcaldía de la capital, y lo que menos conviene es un alcalde elegido con el 30 % de la votación, como ocurrió con Petro y con Enrique Peñalosa.
“Por eso he propuesto la segunda vuelta para la Alcaldía de Bogotá, para que el alcalde llegue con mayor legitimidad. Hay que esperar qué decisión se toma en el Centro, que es donde se ubica el Partido Liberal, sin desconocer que hay unos más de derecha y otros de izquierda. No se descartan alianzas por ahora, porque tendremos que hacer parte de alguna coalición”.
“Señal de miedo”: oposición
Así no lo digan en público, en la izquierda saben que la carrera por el segundo cargo del país se les pondría cuesta arriba si sus detractores se unifican, mientras ellos se dispersan con más de un candidato, pues por el momento no se ve fácil un acuerdo entre los precandidatos petristas, los verdes y la misma Claudia López.
El senador Iván Cepeda, del Polo Democrático, dijo que en las elecciones se producen alianzas o coaliciones políticas entre las tendencias que son afines, y eso es legítimo, pero que lo que denota esa necesidad de unirse en la derecha es que sienten que la izquierda y los sectores alternativos tienen grandes posibilidades de ganar la Alcaldía de Bogotá.
“Ese temor es el que está haciendo que la derecha busque cómo resolver sus propios conflictos y divisiones”.
Al respecto el senador Antonio Sanguino, de la Alianza Verde, afirmó que la carta del representante Hoyos es prueba de que el uribismo no oculta su pretensión unanimista y revela el temor de la derecha a un probable triunfo de los sectores alternativos e independientes. “Pretenden infundir miedo a los ciudadanos, polarizando la ciudad como lo han hecho con el país. Poco les importa formular soluciones a los problemas de los bogotanos y a cambio convocan a una batalla ideológica”.
Para la representante María José Pizarro (Decentes), después de la “controvertida” alcaldía de Enrique Peñalosa les va a quedar muy difícil ganar las elecciones. Agregó que la derecha quiere unirse, como lo hicieron en las elecciones presidenciales, pero que ahora la gente vota de manera libre, crítica y autónoma.
“Sabemos qué intereses se aliaron alrededor de Duque y sabemos que proponen algo similar para la ciudad. Ellos se van a unir y así lo haremos la fuerzas alternativas y veremos quién maneja más coherencia y compromiso. Trabajamos por rescatar a Bogotá del mal gobierno y la derecha está demostrando que gobierna de espalda a la ciudadanía, en favor de los intereses privados”.
Hace días se oficializó la precandidatura de Jorge Rojas, exsecretario de Integración Social de Petro.
¿Y qué ocurre en Antioquia?
Para la Alcaldía de Medellín se cocina algo similar. Los distintos matices de la derecha empezaron a mostrar sus precandidatos: “uribismo”, conservatismo y “fiquismo”, pero el próximo año podría presentarse una consulta interpardista para la unción.
Así se lo confirmó a este diario la diputada Ana Cristina Moreno, precandidata a la Alcaldía por el Centro Democrático. “No descartamos, para mayo del próximo año, una vez haya candidato o candidata del Centro Democrático, participar en una consulta donde también esté Juan Carlos Vélez Uribe (conservatismo o firmas) y alguien del movimiento del alcalde, que podría ser Santiago Gómez”.
Mientras que en ese espectro hay intención de alianzas, en la centro-izquierda e izquierda sale una precandidatura nueva cada semana. Unas 10 personas que buscan aval por firmas de partidos alternativos o de oposición.
¿Alianzas, igual a triunfo?
El voto partidista está cada día más en desuso. La ciudadanía tiene unas demandas sociales, económicas y ambientales y se inclina más por quienes den respuestas o muestren el camino. La votación de Petro en la segunda vuelta fue la prueba. Más que por ser de izquierda muchos de sus votantes sintieron afinidad temática, o simplemente trataron de impedir la elección de Duque.
Y hoy, según Jorge Iván Cuervo, analista político y docente de la U. Externado, hay un escenario de posible regreso a un gobierno de izquierda en Bogotá, y en otras ciudades y esto no se evita solo con la aparición de una coalición de los partidos de derecha, que entre otras cosas, tampoco es fácil que se concrete por la diversidad de fuerzas.
“La política ya no funciona sobre la base de alianzas por arriba. Duque recibió en segunda todos los sectores de derecha, pero en primera vuelta iban divididos con Vargas Lleras. El proceso de selección interna del CD facilitó esa convergencia de sectores de la derecha en segunda, y sobre todo el miedo a Petro”.
Cuervo recordó que la izquierda llegó al poder en Bogotá porque se había cumplido un ciclo de los gobiernos Mockus, Peñalosa, y el elector estaba buscando otra cosa, otro modelo. Además, que el regreso de Peñalosa, de alguna manera, es una reacción a la frustración con los gobiernos de izquierda.
Según Rubén Sánchez, docente de Ciencia Política de la U. del Rosario, efectivamente, la estrategia de unificación de la derecha podría extenderse en el ámbito nacional, aprovechando la sempiterna división de la izquierda en Colombia. “La derecha quiere impedir que la izquierda gobierne”.
Para Germán Valencia, docente e investigador del Instituto de Estudios Políticos de la U. de Antioquia, la estrategia ganadora para el CD ha sido unirse y desunir a otros para que no lleguen al poder. Agregó que así ganaron la Presidencia y buscarán la unión con otros, en las elecciones a las alcaldías, para aumentar la probabilidad de ganar.
“Detrás de esta propuesta también está otra estrategia ganadora: hacer dar miedo a los colombianos frente a la izquierda. Ante la opción de que esta llegue al poder, la estrategia es unir a los cercanos. También, llamar a la unión es reconocer que no son fuertes en este momento y que requieren apoyo de otros”.
Un último elemento que será decisivo en todas las movidas que se avecinan es la favorabilidad que tenga el presidente Iván Duque a mediados de este año. Si logra repuntar en las encuestas, la derecha tendría el camino más expedito, de lo contrario, quedará servida la revancha de la izquierda en Bogotá.