Mientras se concluía la Semana Santa, en el cierre del domingo de resurrección del pasado 17 de abril, la excanciller María Ángela Holguín se integró públicamente a la campaña del candidato presidencial de la coalición Centro Esperanza, Sergio Fajardo, quien es su compañero sentimental desde mediados de 2019, época en la que ambos decidieron empezar un noviazgo al estar divorciados de sus exparejas.
Aquel domingo, quien fue la ministra de Relaciones Exteriores en los ocho años de gobierno de Juan Manuel Santos, dejó a un lado su estatus de exalta funcionaria del Estado y decidió salir a hacer campaña política junto a Fajardo. Holguín lo acompañó en la jornada de entrega de volantes en Bogotá, su tierra natal, donde recibió con el candidato los viajeros que retornaban por la Calle 80 a la capital.
En aquella jornada de volanteo, Holguín se atrevió a mostrarse de nuevo en público haciendo política electoral, sin perder la actitud seria, sobria y discreta que la caracterizó mientras se desempeñó, durante casi una década, como la máxima representante de Colombia en el exterior. El político antioqueño celebró este hecho y aseguró que ella, su “dupla favorita”, por fin se lanzó al agua en su campaña.
Holguín pertenece a una familia de políticos y humanistas de la capital del país, y tras una reconocida trayectoria de 25 años en el sector público, en los que ocupó cargos desde secretaria general de la Cancillería hasta jefe de esa dependencia, asegura que no está en búsqueda de ningún alto cargo gubernamental, aunque podría convertirse en la primera dama de la Nación si Fajardo gana las elecciones.
Ella reconoce que no la desvela llegar a la Casa de Nariño y su participación en la campaña del exgobernador de Antioquia por lo general pasa de agache, ya que no tiene un papel realmente activo, además del de aconsejar al candidato, con quien está por alcanzar tres años de relación.
Una particularidad de esta politóloga con extensa experiencia en la política exterior colombiana, es su carácter y convicciones, pues renunció en 2005 a su cargo como embajadora de Colombia ante las Naciones Unidas en Nueva York, reclamándole a Álvaro Uribe Vélez, presidente de la época, “diferencia de criterio” con subalternos en la embajada, que eran cuotas burocráticas de excongresistas.
A pesar de conservar esa distancia del contexto político y electoral, Holguín reconoce que asesora ocasionalmente a Fajardo sobre política exterior y relaciones con Venezuela –que le gustaría que se restablecieron–, y no duda en defender el legado de Santos y lanzar cuestionamientos al referirse al gobierno de Iván Duque. “La política exterior hay que rescatarla porque quedó completamente acabada después de este gobierno”, cuestionó recientemente en una entrevista con Blu Radio.
Al margen de los asuntos políticos, de los que ahora –con 58 años de edad– prefiere mantenerse distante, la exembajadora de Colombia en Venezuela y excanciller dedica su tiempo principalmente a administrar su propia empresa, Granate Organic, un emprendimiento de productos para el cuidado de la piel que se convirtió en su principal proyecto personal tras desempeñarse como funcionaria en el exterior en los gobiernos de Ernesto Samper, Álvaro Uribe Vélez y Juan Manuel Santos.
No está de lleno en campaña
Holguín no desempeña formalmente un papel determinado al interior de la campaña presidencial de Sergio Fajardo, pues aunque lo aconseja como su pareja, asegura que no se entromete en el trabajo de los profesionales que rodean al político paisa en su búsqueda por llegar al poder con Gustavo Petro, Federico Gutiérrez y Rodolfo Hernández, sus rivales más opcionados, como principal obstáculo.
La exministra prefiere no hablar sobre los contrincantes de Fajardo ni referirse a temas políticos más allá de las que considera deberían ser las prioridades del Estado y los atributos que ve en su pareja como candidato a primer mandatario de la Nación.
Fajardo es para ella, sin dudarlo, el mejor entre los candidatos porque considera que se destaca como el único aspirante del denominado centro político, por lo que cree que le permitiría al país ir un paso más allá de la polarización que ha predominado especialmente en los últimos ocho años en la contienda presidencial. “Colombia necesita salir de la polarización (...) El país estaría tranquilo con Sergio”, dijo.
Frente a los temas que de los que le habla al candidato, Holguín reconoce que le ha dicho sus puntos de vista frente a la necesidad de tener un canal de comunicación oficial con Venezuela y negociar un tratado con Nicaragua sobre el fallo de La Haya, temas en los que es experta. “Lo apoyo (a Fajardo) en las ideas de gobierno, a pensar en temas de la comunidad internacional, pero no estoy de lleno en la campaña”, expuso recientemente.
En cuanto a lo político, es una mujer que tiene cálculos, pues reconoce que hizo campaña públicamente junto al exgobernador de Antioquia solo hasta mediados de abril considerando la posibilidad de que lo catalogaran como el candidato de Santos, a quien ella todavía defiende.
Al respecto, insiste en que Santos no tiene relación con la campaña de Fajardo, aunque en ella están sus exministros del Interior (Juan Fernando Cristo y Guillermo Rivera), Salud (Alejandro Gaviria) y Ambiente (Luis Gilberto Murillo). “Están ahí porque son personas de centro, como lo fue el gobierno del presidente Santos”, apuntó Holguín.
Primera dama no convencional
Después de haber ocupado altos cargos en el ámbito internacional para el Gobierno colombiano, la excanciller asegura que no tiene del todo claro que se vea en la Casa de Nariño como la primera dama de la Nación, pues en la actualidad tiene otras prioridades profesionales y personales.
En ese sentido, aseguró que si Fajardo llega al poder, tendrá un papel activo en materia de política exterior, pero no está segura de que desempeñe las funciones que tradicionalmente tiene la primera dama, como el desarrollo de proyectos y programas sociales especialmente en temas de niñez y núcleo familiar.
Por ello, opina que el papel de la primera dama debería transformarse como lo ha hecho el mundo, especialmente en lo relacionado con sus funciones al ser la figura que está al lado del presidente de la República en el poder.
Así las cosas, Holguín podría ser una primera dama poco convencional, pues está en una etapa de su vida en la que después de engrosar su reconocida hoja de vida en el sector público, ahora prefiere dedicar la mayor parte a su tiempo a su emprendimiento, prefiere no hablar de temas políticos y electorales, y su interés está en la política exterior, gracias a su amplia experiencia en esa materia.
25 AÑOS EN EL SECTOR PÚBLICO
En la robusta hoja de vida profesional de María Ángela Holguín, politóloga de la Universidad de los Andes con Especialización en Diplomacia y Estrategia, se destacan su papel como secretaria general de la Cancillería, y ministra encargada y viceministra de Relaciones Exteriores durante el Gobierno de Ernesto Samper; también fue embajadora de Colombia en Venezuela, embajadora de Colombia ante las Naciones Unidas y representante de Colombia ante la Corporación Andina de Fomento durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez; y ministra de Relaciones exteriores durante los ocho años de gobierno de Juan Manuel Santos. Además, cuenta con amplia experiencia en la coordinación de conferencias y cumbres.
FUE NEGOCIADORA DE PAZ
Mientras cumplía sus funciones como ministra de Relaciones Exteriores, Holguín fue designada en 2015 por el entonces presidente Juan Manuel Santos como negociadora en el Proceso de Paz que se adelantaba con las Farc, junto al empresario Gonzalo Restrepo, para que ambos acompañar –en la última etapa de esa negociación– a Humberto de la Calle, quien era el principal negociador en La Habana a nombre del Gobierno colombiano. A pesar de los cuestionamientos que surgieron principalmente desde el partido Centro Democrático, férreo opositor a la negociación, Holguín aportó su conocimiento a la construcción de los Acuerdos de Paz con las Farc y, a su vez, siguió respondiendo por los asuntos de política exterior de la Nación.
CREÓ SU PROPIA EMPRESA
Después de desempeñarse por ocho años como ministra de Relaciones Exteriores, Holguín le dedicó su tiempo y esfuerzo uno de los proyectos más importantes de su vida, su emprendimiento Granate Organic. La excanciller reconoce que durante su vida ha sido fanática de las cremas de manos y por ello le surgió la idea de crear un producto que humectara, enfrentara la resequedad y no tuviese olor fuerte. Holguín emprendió en 2019 este proyecto junto a sus hermanas Clementina y María Lourdes, y a su amiga y exsecretaria privada Anyul Molina. Junto a ellas creó un producto elaborado a base de aceite orgánico de granada importado de Turquía, e importa las materias primas desde Francia.