En un extenso discurso de casi dos horas, el Presidente hizo un balance de gestión por el que la oposición lo tildó de “mentiroso”. Anunció que vienen más reformas gobernistas.
El presidente Gustavo Petro llegó a la instalación del Congreso con una hora de retraso, como ya es su costumbre, y en casi dos horas de discurso se mostró conciliador, arropado bajo una figura que ya le vio el Congreso el 7 de agosto del año pasado: el hombre razonable que busca la unidad nacional, la misma que perdió y que hoy necesita para sacar adelante sus reformas sociales y proyectos.
El presidente Petro conoce muy bien a sus receptores, pues diferente al hombre de la plaza pública y del balcón (ese que se muestra fuerte y beligerante), en el Congreso buscó la compresión de los legisladores, a quienes hoy más que nunca necesita de su lado, pues el gabinete ministerial no ha podido ganarse su confianza.
Se trató de un discurso con verdades a medias, en las que habló de una transición energética que en los últimos 12 meses ha retrocedido, y de una paz que no es tal, pues se han cometido más de 50 masacres este año.
Pese a ese discurso conciliador, para muchos senadores quedaron dudas, pues desde el público el senador del Centro Democrático, Óscar Villamizar, le gritó fuerte y claro que era un “mentiroso”. En este texto presentamos algunos puntos polémicos que abordó el Presidente.
Mientras Petro hablaba, en la población minera de Argelia (Cauca), un soldado del Ejército resultó herido por el cruce de disparos entre los grupos al margen de la ley y la Fuerza Pública, un punto que el presidente no tuvo en cuenta en su intervención y que le costó ser refutado en frente de los 294 congresistas y sus ministros.
“En estos momentos hay enfrentamientos en Argelia, Cauca, acaban de lanzar una segunda granada en Jamundí (...) Este sí es un país que se llenó de coca” le cuestionó la senadora del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, quien encabezó uno de los cuatro discursos de la oposición.
Ese es uno de los cabos sueltos que dejó el discurso de una hora con 44 minutos del presidente en el que repitió las mismas líneas que tuvo como bandera en su reciente gira por Bruselas: protección del ambiente, transición energética, “Colombia potencia mundial de la vida” y potencializar la economía a partir del turismo.
Sin mostrar cifras claras, Petro también señaló que hay una disminución en la siembra de hoja de coca en el país. Sin embargo, esa declaración no coincide con las cifras oficiales que dan cuenta de que los cultivos, contrario a disminuir, se incrementaron.
El sistema de monitoreo de la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito dijo en su más reciente informe sobre el tema que la cantidad de cultivos llegó a niveles históricos de 204.000 hectáreas registradas, de las que buena parte se reportan en la región del Catatumbo y el Putumayo. Esa cantidad de hectáreas corresponde a un incremento del 43% en las plantaciones cuando se miran los datos de 2020 a 2021, el período más reciente de medición del balance oficial revelado en octubre de 2022. El próximo informe de esa Oficina apenas está en proceso de elaboración.
De lo que no habló el jefe de Estado, y que sí es cierto, es que el precio de la hoja base para fabricar coca ha disminuido debido a la caída de la demanda ante la entrada de otras drogas que están acaparando el mercado, y que preocupan más a Estados Unidos, como el fentanilo. Justamente por eso es que el Congreso estadounidense dejará de medir la cantidad de cultivos en Colombia.
En ese ítem al presidente le quedó otro asunto por atar: el mandatario habló de que espera que al país lleguen 7 millones de turistas, pese a que en campaña y en los primeros meses de Gobierno planteaba que a Colombia llegarían 15 millones de turistas para reemplazar los ingresos de la explotación del petróleo con la entrada de dineros a las arcas nacionales por el turismo. El mandatario cambió esa cifra a menos de la mitad de lo que había planteado al comienzo de su administración.
En materia legislativa Petro se echó otro globo asegurando que la única reforma que se le había caído era la laboral. Empero, también se hundió la reforma política por falta de apoyo del Congreso que mostró sus reparos sobre los cambios en materia electoral que quería hacer ese articulado en pleno año de elecciones regionales. De las otras, la reforma a la salud solo fue aprobada en primer debate en la Cámara de Representantes y la pensional pasó el primer debate del Senado y la única que consiguió el visto bueno legislativo fue la tributaria después de bajar hasta más de la mitad el monto que aspiraba recaudar, que pasó de los 42 billones de pesos a los 19 billones.
El presidente destacó la transición energética como uno de sus logros, pero ese paso apenas está en proceso y quien estaba llamada a aplicarla, la exministra Irene Vélez, salió de su cargo por presunto tráfico de influencias. Petro recordó la asignación de 8,3 gigavatios en 190 proyectos de energías limpias. No obstante, durante el la réplica de oposición la senadora María Fernanda Cabal sostuvo que esos proyectos no están avanzando, especialmente en La Guajira donde están en curso los parques eólicos. Los proyectos de transición energética apenas están siendo ejecutados y parte de los avances que tiene Colombia en ese renglón vienen de la administración anterior que invirtió 952 millones de dólares en ese frente de desarrollo.
Otros cuestionamientos de la oposición
La oposición señaló al presidente de no prestarle atención a la situación de la infancia en el país. Por ejemplo, si bien Petro se trazó el objetivo de erradicar el hambre en zonas como La Guajira, en ese departamento han muerto 34 niños por desnutrición. “Necesitamos darle las mismas garantías a los niños así como se las estamos dando a la mujer y como se las dimos a los afros”, reclamó la representante Érika Sánchez.
El presidente calificó a la prensa como medios de oposición que están en contra del Gobierno, un ataque a la libertad de prensa que ya ha repetido en otros momentos de su administración. Por eso el senador David Luna le reclamó tener respeto por los periodistas porque “son medios y la libertad de prensa es un pilar fundamental de cualquier democracia”.
