La promesa del gobierno de Gustavo Petro de no usar el ‘espejo retrovisor’ solo duró 14 días y se rompió en su visita a Providencia. Desde esta isla del Caribe colombiano el mandatario recriminó públicamente a su antecesor, Iván Duque, a quien le reclamó por lo que consideró que fueron millonarios sobrecostos en la reconstrucción de viviendas tras el huracán Iota.
El mandatario criticó desde la isla que en promedio cada casa le costó a la Nación 600 millones de pesos y el expresidente salió a defenderse de estas acusaciones acompañado por tres exintegrantes de su gabinete, quienes aseguraron que la mano de obra y el transporte del material elevaron los costos y resaltaron que cada peso invertido en la reconstrucción está justificado.
Quienes se metieron en esta pelea entre el presidente y su antecesor fueron los exministros de Vivienda, Jonathan Malagón y Susana Correa. Ambos defendieron que las viviendas cumplen con normas de resistencia frente a huracanes y movimientos sísmicos, y plantearon que los costos responden a las especificaciones que tienen las casas para prevenir un nuevo desastre causado por un fenómeno natural, ¿quién tiene la razón?
Petro cuestionó los gastos
El fin de semana el presidente acudió a Providencia y cuestionó que el gobierno de Duque se haya hecho ese millonario gasto por cada casa reconstruida en concreto. “Son edificaciones de aproximadamente 70 metros cuadrados en promedio, eso da casi 10 millones de pesos por metro cuadrado, ¿por qué un valor tan sorprendente?”, dijo Petro.
Tras esta afirmación, el mandatario hizo una serie de críticas a lo que considera fue la desnaturalización de la cultura raizal y criticó que se trató de una reconstrucción hecha en torno al concreto y no al ser humano “imponiendo criterios” desde Bogotá.
“Es eso lo que explica que no se reconstruyan los lugares arquitectónicos patrimoniales del pueblo raizal, y que la construcción del hospital solo se haya contratado una semana antes de mi posesión como presidente”, apuntó Petro.
A su turno, la ministra de Vivienda, Catalina Velasco, agregó que durante la visita se detectaron presuntos sobrecostos en la planta de desalinización (que elimina la sal del agua de mar), y pidió tomar medidas frente al manejo de los escombros y la situación del relleno sanitario, que se encuentra saturado.
En esa línea, el presidente pidió a los entes de control ponerle la lupa al proceso de reconstrucción de Providencia que adelantó el gobierno anterior. “Los órganos de control deben abrir una investigación alrededor de los costos unitarios, es indudable que una casa de esas no vale $600 millones así haya que importar el material. Lo que acaba de suceder es excepcional. A nosotros nos corresponde variar el rumbo y demostrar que se puede hacer mejor y mucho más barato”, apuntó Petro.
Duque salió al paso
El expresidente le corrió a estas críticas de quien lo reemplazó en la Casa de Nariño y destacó que, tras la tragedia que ocasionó el huracán Iota en noviembre de 2020, su gobierno reconstruyó más de 1.000 casas afectadas por el fenómeno natural.
En esa línea de defensa del exmandatario se formaron Malagón, Correa y Víctor Muñoz, el exdirector del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre). Este último aclaró que se construyeron dos tipos de casas: las Viviendas Ajustadas al Lote (VAL) y las viviendas en acero y en concreto. Según Muñoz, se hicieron 737 de las primeras y cada una costó 398 millones de pesos, y 330 de las segundas con un costo de unos $695 millones cada una.
El exministro Malagón aseguró que el costo fue alto, pero defendió que esta reconstrucción ha sido una de “las más complejas y exitosas en nuestro país”. “Se tuvo que gestionar el faltante de mano de obra con casi 2.000 empleados y la logística para llevar materiales a 700 kilómetros del continente en medio de una pandemia”, agregó.
Correa señaló que las viviendas cumplen normas técnicas de resistencia de viento de 240 kilómetros por hora, y planteó que para su construcción se dialogó con líderes de las comunidades raizales, contrario a lo dicho por Petro.
El pulso entre Petro y Duque sobre las cifras de esta reconstrucción parece que tendrán que resolver los entes de control a los que el presidente ya les llamó la atención. La Procuraduría y la Contraloría han hecho un seguimiento cercano a este proceso, por lo que tendrán que mostrarle al país los resultados de su labor de vigilancia.