Alberto Donadío lleva décadas denunciando hechos de corrupción a través del periodismo investigativo y acaba de publicar un libro sobre el cuestionado empresario Carlos Palacino, acusado y condenado por desviar recursos de la EPS Saludcoop, para favorecer la construcción de un emporio turístico en el Meta. Según Donadío todas las acusaciones contra Palacino fueron inventadas, dice que lo persiguieron porque puso en aprietos a las clínicas privadas tradicionales de Bogotá y por esa vía explica el desatino que puede ser la reforma a la salud. “Es absurdo volver a estatizar un sistema que se privatizó porque el Seguro Social se quebró y se lo robaron. Y se robaron la plata de las pensiones. A la gente se le olvida que Colpensiones surgió porque las reservas de pensiones en el Seguro Social no existían”.
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Donadío recuerda momentos claves del país como la historia de corrupción del general Rojas Pinilla que por estos días se ha mencionado porque a partir de que perdió o le robaron las elecciones en 1974 nació el M-19.
Nos ha sorprendido recientemente con la publicación de su libro Palacino es inocente. Y sorprende porque se plantea un giro en la historia que hemos conocido, de un hombre que fue condenado por la justicia por supuestamente haber utilizado la plata de la salud en asuntos diferentes. ¿Por qué se metió en este tema? ¿Y qué fue lo que encontró?
“Todas las acusaciones contra Palacino y Saludcoop son falsas, las que hizo Daniel Coronel, la Contraloría, la Procuraduría y la Justicia Penal. Cuando comencé a investigar yo también creía que esas acusaciones eran ciertas. Pero al revisar los expedientes me di cuenta de que eso no tenía ningún fundamento. Por eso escribí el libro. Más que la defensa de Palacino, que es una persona que ya ha sido aniquilada por el Estado, lo que hay que denunciar es el abuso de quienes ejerciendo las funciones de investigación, se ensañan contra una institución y contra unos ciudadanos, porque ahí cayó muchísima gente injustamente”.
Por ejemplo, ¿qué cosas vio que fueran protuberantemente falsas?
“La primera. La construcción de un club de golf y un hotel en el Meta, que según Coronel se hizo con plata de Saludcoop y planteaba dudas sobre cómo fue posible que un grupo de dirigentes de un grupo cooperativo tuvieran recursos para construir ese emporio turístico”.
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Claro, es que era un hotel, con cancha de golf y todo. Eso fue lo más escandaloso del caso.
“Y sí se construyó, pero lo construyó Palacino a través de una sociedad que conformó con amigos, con socios que intervinieron”.
Pero, ¿esos recursos de Palacino podrían venir de las utilidades de Saludcoop?
“No, porque él era un empleado. Además, para ese proyecto el Banco de Bogotá le prestó la plata a la compañía constructora. Si el banco sospechara que se estaban desviando dineros de la salud, no le presta a una compañía constructora”.
¿Entonces Palacino se dedicaba a otra cosa o tenía fortuna por otro lado, porque no cualquiera construye un campo de golf?
“Palacino provenía de una familia muy pobre de Tolima, compuesta por 14 hermanos. Comenzó su vida laboral como mensajero cobrador de La Equidad y fue ascendiendo hasta llegar a gerente financiero. Y estando en ese cargo les propuso a La Equidad y a otras cooperativas, después de la Ley 100, que se metieran en el negocio de las EPS. Entonces lo nombraron a él y durante 15 años fue el presidente de la compañía. Y recibía un salario de $90 millones, que en ese momento eran unos 45 mil dólares mensuales”.
¿Y con ese salario respaldaba la construcción de ese emporio?
“No. Unos socios se reunieron para hacerlo y él podía participar en ese negocio. No hay ninguna investigación de la Contraloría, Procuraduría o de la Fiscalía sobre ese club de negocios. Ninguna. Eso es una cosa que se la imaginó Coronel. No es cierto que haya prueba del desvío. Además, ¿cómo saca uno 10 millones de dólares de una EPS?, si es que mensualmente hay que mandarle los balances a la Superintendencia de Salud, están los auditores y una cantidad de funcionarios como para decir que se desvían 10 millones de dólares”.
Y toda la campaña contra las EPS en la que se ha montado el presidente Gustavo Petro para hacer la reforma a la salud se apalanca en el caso de Saludcoop, ¿no?
“Ese desprestigio arrancó con Juan Manuel Santos y Uribe. A Palacino lo cuestionó mucha gente por una razón muy sencilla. Él no era nadie. Y de cero, con su inteligencia y su eficiencia, creó la EPS más grande del país, con 7 millones de afiliados. ¿Cómo lo hizo? Él construyó 36 clínicas. Entonces les quitó negocios a todas las clínicas privadas del país. ¿Y quién se sintió más lesionado? La Clínica Shaio de Bogotá. Entonces, Fabio Echeverry Correa, que era el presidente de la Junta, fue a decirle a Uribe, ¿quién es ese mensajerito que nos quitó el negocio de la salud? Porque, claro, Palacino ya no remitía a un paciente infartado a la Shaio, lo atendía en su propia clínica, con costos menores y eso también le permitía atender más gente”.
Pero esa verticalidad del sistema ha sido cuestionada porque es casi un cartel...
“No, es legal en Colombia para las EPS y para cualquiera. Creó una compañía que lavaba la ropa de las clínicas. Una compañía de seguridad para las 36 clínicas. ¿Qué hizo hace 50 años Ardila Lule? Compró Postobón, después compró Peldar para tener las botellas. Tapas La Libertad para ponerle las tapas a las botellas. El ingenio azucarero para ponerle el azúcar. Eso es legal”.
Qué más encontró en la revisión del expediente...
“Repasé todos los fragmentos de las columnas de Coronel, que fue el primero que habló contra Palacino, desde el 2010, antes de la intervención. Y le escribí y le pregunté, usted en tal columna dijo esto, me puede suministrar las pruebas. Y me contestó: las columnas se defienden por sí solas. Y eso no es cierto. Si hay una acusación en una columna, tiene que haber una documentación. Todo eso es inventado”.
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¿Qué ha pasado con Palacino?
“Palacino está condenado en dos procesos penales que le abrieron. Uno, por las clínicas por peculado por apropiación a favor de Saludcoop porque utilizó las utilidades de la EPS para construir las clínicas. Pero que él se haya robado algo, no hay ninguna acusación. Y la otra condena, que es absurda, es por 8.000 cheques que se giraron y no se entregaron a los proveedores. Pero lo que no dijeron es que Saludcoop giraba 350.000 cheques al mes. Por el volumen de esos cheques habían contratado una firma externa que manejaba todo eso. Esa firma recogía las facturas que presentaban esos proveedores, las analizaba y decía sí, hay que girar el cheque. Y lo giraba. Palacino no tenía ahí ninguna función”.
Pero de todas formas era una irregularidad tener engavetados 8.000 cheques.
“Era una irregularidad que luego se subsanó. ¿Pero derivada de qué? De que el gobierno no giraba a tiempo la UPC. Y entonces ellos estaban colgados, como están colgadas ahora las EPS. No les pagan a las clínicas, las clínicas no les pagan a los médicos. Y eso es un problema crónico. Aquí lo que hubo fue una campaña que la empezó Coronel en la prensa y luego la continuó Santos, haciéndose vocero del daño económico que efectivamente Saludcoop les hizo a las clínicas privadas y tradicionales de Bogotá”.
¿Y Palacino está en la cárcel pagando estas condenas?
“Palacino está detenido en la cárcel desde noviembre. Una condena de nueve años y otra de quince años. Y le negaron, teniendo 69 años, la posibilidad de casa por cárcel que tendría derecho. Y en cambio, Guillermo Grosso, que fue el interventor nombrado por Santos, que sí se robó a Saludcoop está pagando su condena en la casa, porque está demostrado que en la intervención en el 2011, el patrimonio de Saludcoop era de $500.000 millones, es decir, no estaba en quiebra. Cuatro años y medio después, cuando la liquidan, tiene un patrimonio negativo de $2,8 billones. ¿En manos de quién se quebró? En las del gobierno”.
Según su investigación, ninguna de las autoridades competentes hizo la tarea correcta...
“Es que se inventaron las pruebas”.
Bueno quizás el fiscal Montealegre sí lo defendió...
“Pero eso más bien le hizo daño. A él no lo defendió nadie porque ahí el capital que estaba en juego era el de las cooperativas. Y las cooperativas no quisieron enfrentarse abiertamente al gobierno. Además ya hay un clima de que Palacino es un gran delincuente. Y luego hay otro factor: no se ha sabido defender, no tiene ninguna capacidad retórica y se defiende de una manera muy aburrida con los balances y con las cuentas. Lo más grave aquí es el poder del presidente Santos que dice vamos a destapar la gran corrupción en la salud y empezamos por Saludcoop, eso es un abuso. No había ninguna prueba. Todas las EPS tienen fallas que se pueden solucionar. Lo que están haciendo ahora con las EPS es una falla de la Superintendencia, de ahora y de antes. Ellos tienen la vigilancia, tienen más de mil funcionarios que están metidos viendo cada operación. Si algo va mal, es porque la vigilancia falló”.
Su investigación me da pie para preguntarle, ¿qué opina de la coyuntura actual sobre la reforma a la salud?
“Que es absurdo volver a estatizar un sistema que se privatizó, porque el estatizado anterior, que era el Seguro Social, se quebró y se lo robaron. Y no solo se robaron la plata de la salud, se robaron la plata de las pensiones. A la gente se le olvida que Colpensiones surge porque las reservas de pensiones de todos los que pagamos pensión en el Seguro Social no existían. Entonces hubo que inventar Colpensiones. Es cierto lo que dice el presidente que el sistema es muy bueno en las capitales, pero no muy bueno fuera de ellas. Pero eso pasa en todas partes del mundo. Eso es un espejismo. Y además, el manejo por parte de interventores oficiales, cómo puede saber más el interventor que acaban de poner en la EPS Sanitas, que el dueño que está en España, y que Petro dice que no vive en el país. Esas críticas son una tontería. El señor, Joseba Grajales, que está en España, dueño de esa EPS, la maneja mejor porque es su compañía. Y lo quieren quebrar. Desde la intervención el 3 de abril, no están dejando hacer cirugías en la Clínica Colombia, que él la construyó con las utilidades de la EPS Sanitas, pero la puso a nombre de él, porque es de él, de Keralty, la multinacional”.
El gobierno se está beneficiando de esas intervenciones...
“Lo tengo comprobado con Ulay Beltrán, que lo echaron por el soborno de dos mil millones. Ulay Beltrán, que fue el superintendente de Gustavo Petro, intervino a Asmet Salud el año pasado, en mayo, la primera intervención de este gobierno. Y nombró de interventor a otro barranquillero que él había nombrado en la Superintendencia. Ese tipo era abogado de una distribuidora de medicamentos de Barranquilla, que ahora es la proveedora de Asmet Salud intervenida. Y que nunca, en los 23 años anteriores, según me dijo el gerente que removieron, había tenido contratos con ellos. Entonces, dicen que se roban las EPS, pero no, son todos los funcionarios bandidos los que se las roban”.
Cambiemos de tema, usted también escribió un libro sobre Rojas Pinilla, el Uñilargo, que parece tan vigente hoy
“Sí sobre la corrupción en el gobierno de Rojas Pinilla. Y ese libro está basado en gran parte, en el libro Mordaza, que escribió el director de EL COLOMBIANO Fernando Gómez Martínez, después de la caída de Rojas. Ese libro contiene todas las anotaciones que él hacía sobre lo que no les dejaban publicar por la censura de prensa que había entonces. Si uno va a ver los tres tomos del juicio a Rojas, uno compara con lo que se había enterado el director de EL COLOMBIANO y coincide perfectamente”.
Que él nunca publicó por la censura que había...
“La Comisión Nacional de Investigación Criminal investigó todos los delitos de Rojas y uno compara ese informe con lo que sale en el libro de Fernando Gómez Martínez, y se da cuenta de lo bien informado que estaba. Cosas como estas: León María Lozano, apodado el Cóndor o el Rey de los Pájaros, que era el gran asesino de la época de la violencia, estaba preso en el Valle y Rojas ordenó que lo soltaran...”
¿Y por qué ordenó eso?
“Porque Rojas, cuando fue comandante de la III Brigada en Cali, había patrocinado al Cóndor. Allá ocurrió la famosa masacre de la Casa Liberal, que era una casa en el centro de Cali, donde llegaron los del detectivismo, que dependían del Ministerio del Gobierno, a matar liberales. Entonces no le convenía y por eso lo mandó para Bucaramanga, pero este tipo se aburrió allá y se va para Pereira y allá lo mata el SIC (Servicio de Inteligencia Colombiano), o sea, el propio gobierno. Y sale Rojas con un comunicado de la Presidencia de la República lamentando la muerte del conservador, León María Lozano. En ese diario, Fernando Gómez Martínez, anota con horror que la Presidencia lamente la muerte de un asesino. Y dice, ese es un facineroso de alto bordo”.
Y es a Rojas Pinilla al que permanentemente se refiere el presidente Gustavo Petro, como al personaje que le robaron las elecciones, como si fuera un prohombre.
“Exacto, y el M-19 se crea para reivindicar ese robo. Ese robo existió, pero él le había robado la democracia al país y le había robado las libertades. Y pretendía que luego le reconocieran el triunfo. Lo que digo es, un movimiento de izquierda que se crea en el año 74, ¿por qué se crea con el nombre de un militar conservador, rezandero, que ordenó matar estudiantes en la Carrera Séptima, que llamaba comunistas a los campesinos de Sumapaz y que era, además, uñilargo”.
¿Cómo así que uñilargo?
“Un día estaba entrevistando en su apartamento al general Jaime Durán Pombo, comandante del Ejército, en la época de Carlos Lleras, y llegó el general Valencia Tovar, que eran muy amigos, y nos preguntó de qué estábamos hablando. De Rojas Pinilla, le respondimos. Ah, el uñilargo. Y yo le dije, ¿cómo así? Sí, así lo llamábamos los inferiores a él, porque se sabía que él vivía haciendo negocios. Ya lo habían echado del Ejército en los años 30, porque él compró un aserrío y lo mandó a arreglar en la fábrica de municiones, donde él era oficial”.
¿Y será que Gustavo Petro sabe que su grupo M-19 nació como inspiración de un ladrón?
“De un ladrón y de un militar que ordenó matar estudiantes de la Nacional frente al edificio Murillo Toro y el titular al otro día, que era dictado por el gobierno, es que eran comunistas. O sea, un militar que mata estudiantes, en el centro de Bogotá, es el que sirve de inspiración a la creación de un grupo de izquierda”.
Por el cual hoy todavía el presidente, enfrenta a todo el país diciéndoles que va a defender ese movimiento todo el tiempo.
“Eso no tiene ninguna explicación, porque al general solo le interesaba la plata. Una de las anotaciones que hace Fernando Gómez, en Mordaza, es que viene alguien y le cuenta, de alguna propuesta que le llevan al presidente. Y entonces no le interesa. Y en esa reunión, en que está Fernando Gómez Martínez, dicen, no, es que hay que ofrecerle plata para que él se interese en esa iniciativa, porque el general es platerito”.
Y nos dejó de herencia a Samuel Moreno Rojas, su nieto
“Y a su yerno, Samuel Moreno Díaz, que era otro asesino y luego ladrón en su gobierno”.
La historia se encargó de castigarlos, pues Samuel Moreno Rojas, murió en la cárcel.
“Eso dijo Alfonso Gómez Gómez, ministro liberal en el gobierno de Belisario, cuando cogieron al alcalde Samuel Moreno Rojas, dijo, alguna generación tenía que pagar. No pagó el abuelo, y no pagó la mamá, y no pagó el papá. Pagaron los hijos. Una dinastía de bandidos. Que eso haya servido para crear un movimiento de una izquierda dizque remozada y fresca, eso no lo cree nadie”.
¿Usted cree que Petro se queda en el poder?
“Eso no va a pasar. Él se va a ir porque él ni siquiera es dictador. Él asusta a la gente con esas cosas. Él no tiene la capacidad de organización ni siquiera para ser dictador. Aparte de que no tiene con quién implantar una dictadura. A uno le da lástima, cómo un tipo que fue un gran orador y un gran parlamentario de izquierda y que denunció muchas cosas importantes, hoy él mismo se esté acabando. Salir a decir que la gente que salió a marchar es porque añora las masacres paramilitares es estar muy perdido”.
O que cree que tiene un grupo que le copia y que les tiene que hablar permanentemente
“Pero un presidente de un gobierno popular que se echa encima a la mayoría del país, no tiene lógica, aún por demagogia se tiene que echar al bolsillo a la gente, eso es lo primero de cualquier proyecto de izquierda y lo que ha hecho es echarse a la gente en contra, con esas ideas que nadie le copia. ¿Quién va a creer que estatizar es mejor que lo que ya se hace bien?”.
Él tiene un discurso de los años 70 que ya fracasó en el mundo
“Él se quedó atrasado en eso. Hay una lealtad a esas ideas que ya pasaron de moda, que hay abusos del mundo capitalista eso es cierto. Pero el Partido Comunista chino en 50 años desarrolló del país con el capitalismo, no con el socialismo. Los otros que se quedaron con el socialismo, están pasando hambre. Venir a hablar de estatización y ahí están los funcionarios de él robándose todo, aún los de izquierda. El tipo no se debió lanzar porque le hizo fue un daño a la izquierda. Y lo que garantizó es que cualquiera, por malo que sea de la derecha, va a ganar”.
Usted también estuvo en la investigación del Grupo Grancolombiano y el desastre de Jaime Michelsen
“Yo me encontré con Hernán Echavarría Olózaga, cuando yo trabajaba en la unidad investigativa de El Tiempo y él estaba investigando a Jaime Michelsen y me llama y me dice, ayúdeme a denunciar a Michelsen. Y yo le respondí, don Hernán no puedo. En El Tiempo no se puede hablar contra Jaime Michelsen y el Grupo Grancolombiano, y además le dije que no sabía nada de temas financieros”.
Y don Hernán en calidad de qué lo estaba investigando
“Era el presidente de la Comisión Nacional de Valores, él le pidió a Turbay que le creara esa comisión porque no había un organismo que vigilara la Bolsa en Colombia. Don Hernán fue el que defendió todas las empresas antioqueñas que se las quería robar Michelsen”.
Qué fue el inicio del GEA, la defensa en contra de Michelsen
“Pero antes del GEA, estuvo don Hernán Echavarría. Él fue el que vio a este bandido, que se iba a quedar con Coltabaco, Simesa, Nacional de Chocolates, Noel. De hecho se quedó con ellas a través de manipulación bursátil, con plata de los fondos de inversión que él tenía en el Grupo Grancolombiano. ¿Entonces, qué paso? Esas compañías tenían un precio estable, y de pronto las acciones de Noel pasan de 20 a 100 pesos. Entonces la gente decía eso está muy bueno, compremos títulos del fondo de inversión Gran Colombiano porque eso está dando plata. Y luego de esa subida artificial, las deja descolgar, a menos de 20 y entonces es cuando él compra las compañías. Se apodera. Cuando eso pasa, don Hernán le dice a Turbay que le cree la Comisión Nacional de Valores y arranca su investigación. Y él fue quien salvó a todas esas empresas de la quiebra. Mejor dicho, el primer GEA lo hizo don Hernán Echavarría”.
¿Qué lección cree que deja el periodismo de investigación en estos tiempos?
“Cuando las instituciones no funcionan, hay que investigar toda clase de abusos. La gente difícilmente cree en las instituciones, no cree en la justicia penal, en la Fiscalía, la Procuraduría. Entonces si no son los periodistas los que destapan estos abusos hay impunidad total. La única no impunidad que hay en Colombia es gracias a que siempre hay periodistas en todas las épocas destapando cosas”.