La incertidumbre parece enquistada en las instalaciones de la Universidad Nacional en Bogotá. Este viernes fue citada una sesión urgente del Consejo Superior Universitario (CSU) por el ministro de Educación ad hoc, Juan David Correa, para nombrar rector encargado. Esto, tras la polémica por la elección de Ismael Peña con la que el gobierno de Gustavo Petro no está de acuerdo. El encuentro, citado a las 8:00 de la mañana, fue fallido, en medio de versiones encontradas de dos “bandos” al interior del CSU.
Aunque las sesiones son privadas, EL COLOMBIANO conoció detalles del encuentro que buscaba definir el reemplazo de Dolly Montoya, actual rectora de la universidad pública más grande del país. Como telón de fondo, la Nacional ha sufrido en los últimos días fuertes enfrentamientos de estudiantes encapuchados que se han tomado algunas instalaciones de la sede en Bogotá.
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El Ejecutivo es acusado de violar la autonomía universitaria por querer imponer un rector encargado. De hecho, la Procuraduría ordenó la apertura de una investigación contra el ministro de Educación ad hoc, Juan David Correa, por presunta extralimitación de funciones.
¿Hubo o no qúorum?
A la sesión del viernes asistieron siete de ocho consejeros con voz y voto. Del lado del Gobierno, el viceministro de Educación Superior, Alejandro Álvarez Gallego; el representante del CESU, Víctor Moncayo y las representantes designadas por el presidente Gustavo Petro, María Alejandra Rojas y Nataly Garzón.
De otro lado, del bando de quienes se oponen a la designación de un rector encargado, asistieron Verónica Botero, Decana de la Facultad de Minas Sede Medellín y designada por el Consejo Académico; el representante de los profesores, Diego Torres y el representante de los exrectores, Ignacio Mantilla.
Justo al iniciar la sesión, el profesor Torres señaló que estaban pendientes por abordar las recusaciones a algunos miembros del Consejo. Entre ellas, la de la Procuraduría en contra del ministro ad hoc Correa, representado por el viceministro Álvarez, como delegado del Gobierno.
Sin embargo, el profesor Moncayo dijo que el único motivo de la cita era designar al rector encargado y que todos los miembros podían, incluso, proponer hojas de vida.
Sobre una eventual votación, el “bando” del Gobierno señaló que era suficiente con cuatro votos como mayoría, ya que el cálculo, según ellos, era con base en los siete miembros presentes.
Esto porque en los últimos días, Sara Jiménez renunció como representante de los estudiantes ante esa instancia, pues fue objeto de hostigamientos, amenazas y maltratos en redes sociales por supuestamente haber apoyado a Peña en la votación del CSU.
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Este diario conoció que su reemplazo, como estaba previsto, será Juan Camilo Hoyos, que figuraba como suplente; sin embargo no asistió a la sesión de este viernes.
Luego de otras intervenciones, hubo versiones e interpretaciones cruzadas sobre lo ocurrido. Por un lado, uno de los consejeros le dijo a este diario que el grupo que se oponía a la designación de un rector encargado no estaba interesado en revisar las hojas de vida y que se abstenía a votar porque sobre el proceso solo podía interceder un juez y decidir frente al sistema con el que eligieron a Ismael Peña. Por eso, Torres, Mantilla y Botero dejaron constancia que si los otros consejeros querían votar con cuatro votos pues ellos aceptaban, pero la sesión se levantó.
Sin embargo, otra cosa dijo María Alejandra Rojas, consejera designada por el presidente: “La sesión del CSU se terminó por la decisión de retirarse de la sala de Ignacio Mantilla, Diego Torres y Verónica Botero (esta última se había retirado para ingresar a una cita médica). Por tanto, por falta de quórum, no fue posible continuar”.
Horas después, también a través de redes sociales desmintió la versión del bando contrario: “Que alguien explique de qué manera se retiran tres personas de una reunión virtual (por los motivos que sea) dejando a cuatro presentes, sin que ello signifique romper el quórum que según ellos mismos requiere cinco. Ya son suficientes las burlas”.
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