Por lo menos cinco naciones de América Latina y Europa planean una estrategia para lograr dos objetivos en Venezuela: que el gobierno de Nicolás Maduro se vuelva a sentar en las mesas de negociación en México y que este 2023 se realicen unas elecciones democráticas con garantías para la oposición.
Ese último punto, que ha sido una de las exigencias de Estados Unidos y los demás países que no reconocen a Maduro como presidente, fue una de las peticiones que le hizo el presidente Gustavo Petro a Maduro durante su encuentro de esta semana y que había permanecido en secreto hasta este domingo, cuando se conocieron más detalles de esa reunión.
Con esa nueva información, se sabe que Petro no solo abogó para que Venezuela regrese al Sistema Interamericano de Derechos Humanos -con todos los derechos y deberes que eso implica para Venezuela- sino que insistió también en garantías “de parte y parte” para las elecciones presidenciales que deberán ser citadas el próximo año.
Con todo esto, el jefe de Estado colombiano también se ofreció a ser mediador entre la oposición venezonala, encabezada por el político Juan Guaidó, y Maduro.
En medio de esa negociación, el bloque de naciones que está moviendo las fichas para que esos objetivos se cumplan está conformado por México, que es el país que ha servido como sede para que Venezuela negocie la salida de la crisis política y económica, y otras naciones que han servido de apoyo como Chile, Argentina, Francia y Colombia.
De hecho, se espera que el próximo 11 de noviembre el presidente de Francia, Emanuel Macron, reciba al presidente Petro en su país y presida una reunión con el presidente de Chile, Gabriel Boric y de Argentina, Alberto Fernández.
Dicho encuentro, que también se confirmó a medios este domingo, buscará plantear unas bases para que ambas partes se vuelvan a sentar en las mesas de negociación y para plantear una serie de requisitos con los que deberán contar las elecciones presidenciales para que sean consideradas como legítimas.
¿Apoyo de EE.UU.?
Lo cierto es que estas movidas de las demás naciones en respaldo a la petición de Petro indican que buena parte de la comunidad internacional ve con buenos ojos el regreso de Venezuela a las entidades defensoras de Derechos Humanos.
De hecho, Estados Unidos se ha mostrado abierto a esas conversaciones entre Petro y Maduro e, incluso, llegó a pedirle a Petro que sirva de mediador para promover la democracia y la “rendición de cuentas” en ese país.
En esa misma declaración, un portavoz del Departamento de Estado de la Casa Blanca insistió en que la única salida al conflicto en venezuela es la negociación entre Maduro y la oposición y dijo que Washington “aprecia la colaboración de Colombia hacia una solución política en Venezuela”.
Por ahora, el bloque de naciones está expectante de la reunión que se llevará a cabo en Paris, Francia. Mientras tanto, el presidente Gustavo Petro inició este domingo su gira internacional en Egipto, a donde llegó para participar de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático de 2022, COP27.
Allí, el jefe de Estado presentará 10 propuestas con alcance mundial para superar el cambio climático. Entre ellas, Petro insistirá en que la selva amazónica debe ser protegida como uno de los pocos pilares que que quedan en el mundo para cuidar el medio ambiente