Sobre el presidente Gustavo Petro, después de cerca de dos años de mandato, se puede decir que es normal que llegue tarde a algunos eventos o que cancele a última hora su asistencia. Las razones cambian y sin duda la personalidad del jefe de Estado es determinante. Pero hay ausencias que van más allá.
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El fin de semana pasado, desde Suecia, Petro sorprendió al anunciar que no asistiría a la Conferencia de Paz sobre Ucrania en Zúrich (Suiza) y que, en cambio, regresaría “inmediatamente” a Colombia. ¿Qué pasó? ¿Quién maneja su agenda? ¿Cómo se toman esas decisiones?
En su momento, el mismo jefe de Estado aseguró que, a su juicio, la conferencia de paz está “alineada con la guerra”, per aún así su asistencia estaba confirmada. La cancillería precisó que la decisión de última hora “se produjo después que el país conociera el texto de la declaración propuesta y que no se lograra un consenso general sobre el texto final, pues un grupo de países asistentes no la suscribieron”.
El presidente Gustavo Petro canceló el viernes su anunciada participación en dicha cumbre, y una reunión con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, aduciendo que “hemos encontrado con relación a la conferencia de paz, entre comillas, en Suiza, es que es básicamente un alinderamiento al lado de la guerra, y nosotros no estamos de acuerdo con eso”.
Pero este diario pudo conocer, con fuentes en Presidencia, que más allá del texto conocido con la declaración propuesta, el mandatario vio en su inasistencia la oportunidad de enviar un mensaje político estando en Europa y ratificar su posición que ha sido débil en reprochar los actos de la invasión rusa en Ucrania. Por otro lado, su círculo más cercano le habría sugerido que regresar al país en ese momento era necesario en medio del ‘pupitrazo’ de la reforma pensional en el Congreso y la difícil situación de orden público y violencia creciente en el sur del país.
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¿Quién maneja la agenda?
Lo cierto es que en ese tipo de decisiones, Laura Sarabia, directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), incide directamente. Ya no solo se trata de la persona que le sirve de “filtro” al mandatario con su propio gabinete, sino que también diseña la agenda en clave de estrategia, como ha quedado demostrado con sus gestiones con el sector privado.
Las fortalezas de Sarabia en esta materia vienen desde tiempos de campaña cuando la joven politóloga fue llevada por Armando Benedetti para que le ayudara a darle forma a la agenda y horarios de Petro. El hoy presidente vio sus fortalezas y quedó encantado, tanto así que después del escándalo de las presuntas chuzadas a la niñera Marelbys Meza, Sarabia fue reencauchada en Presidencia, incluso con mayor poder.
“Ella le organiza todo a Petro. Cosa que no hacía tan bien Carlos Ramón (González) cuando era director del Dapre. Pero además es que Laura tiene un ‘don pragmático’ que no abunda en el círculo político más cercano del presidente”, dice una fuente en Presidencia que pide no revelar su identidad.
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