El presidente Gustavo Petro dejó plantados a los magistrados de las altas cortes, quienes lo esperaban en la tarde del miércoles para su ceremonia de posesión en la Casa de Nariño.
La cita con los togados estaba programada para las 6 p.m. del miércoles en Bogotá. De hecho, para esa misma tarde, a las 4 p.m., se había agendado una reunión de trabajo con los miembros de la Amcham en la capital. Sin embargo, a esa hora el mandatario seguía en Medellín.
Petro había aterrizado en la capital antioqueña al medio día del miércoles para una ceremonia de perdón a las víctimas del conflicto que se llevó a cabo en el Museo Casa de la Memoria. Cuando terminó esa cita no regresó al Palacio, sino que se sentó con el alcalde Daniel Quintero para una reunión sobre el proyecto Hidroituango.
Mientras tanto en Bogotá, los funcionarios de la Casa de Nariño tuvieron que buscar un plan “b” para la posesión de los magistrados. Entonces, el secretario jurídico de la Presidencia fue quien tomó juramento a los togados, a pesar de que el convocado a hacerlo era el presidente.