El presidente Gustavo Petro convirtió un cuestionamiento a un familiar de una funcionaria en la excusa para atacar a la periodistas y a los medios de comunicación. El mandatario argumenta que hace uso al derecho a la legítima defensa mientras arroja calificativos como “neonazis” o “canallas” para referirse a la prensa.
Es que el presidente no toleró que la periodista Maria Jimena Duzán cuestionara la aparente cercanía de Andrés Sarabia –hermano de la directora del Dapre, Laura Sarabia– con empresarios que tienen intereses en acceder a contratos con el Estado.
La funcionaria de 30 años ha sido la escudera del mandatario y el jefe de Estado prefirió protegerla, aunque eso valiera para que le cuestionaran su incapacidad para garantizar la libertad de prensa.
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“Hace unas décadas se asesinaba a las personas que pensaban diferente, hoy, con otras prácticas, se hace lo mismo”, dijo el presidente en una publicación en redes sociales. La comparación, quizás, responde a la hospitalización que sufrió Laura Sarabia justo después de ser –junto a su hermano– el centro de la discusión mediática.
La periodista Duzán había enviado un derecho de petición con el que pretendía encontrar respuestas de la familia Sarabia por su aparentes vínculos cuestionables. Sus fuentes le habían indicado que el hombre pasó de ser un trabajador en el Congreso a llevar una vida con propiedades y viajes a conciertos en aviones privados.
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Tanto Laura como Andrés Sarabia anunciaron que interpondrán recursos legales contra la periodista porque, consideran, se les vulneró su derecho al buen nombre. Duzán, por su parte, ha sido estigmatizada y amenazada.
Federico Gómez Lara, director de la revista Cambio, casa editorial donde Duzán es columnista, fue testigo de una llamada amenazante e insultante que le hicieron a la periodista.
“Cuando nos despedimos la vi angustiada pero ella, una mujer con décadas de periodismo sobre los hombros, estaba también decidida a no dejarse amedrentar. Para María Jimena, el miedo nunca ha sido un obstáculo”, narró Gómez Lara en una columna publicada en Cambio.
El presidente ha insistido en atacar a la prensa y aseguro que hacen periodismo Mossad, un símil con la agencia de inteligencia y espionaje de Israel.
La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) entró en la discusión para defender la labor de la prensa y expresar su preocupación por los constante ataques del presidente para desacreditar y estigmatizar la labor de los periodistas y el medio de comunicación.
“¿Y cuándo la FLIP de Pacho Santos defenderá la ciudadanía contra la calumnia vestida de información?”, fue la respuesta de Petro.
La FLIP tuvo que salir a pedir mesura para que presidente le bajara al tono. Aclararon que desde hace 20 años no tienen relación con el hombre que fue vicepresidente de Álvaro Uribe entre 2002 y 2010.
La FLIP también señaló que han insistido en sostener una reunión con el presidente Petro. El jefe de Estado canceló en una ocasión, en otra incumplió la cita y el tercer intento sigue sin respuesta.
“Estos encuentros han tenido como propósito hablar de los desafíos de la libertad de prensa en el país, así como de sus responsabilidades como presidente frente a la protección de periodistas”, puntualizó la carta.
La FLIP ya ha denunciado que cinco periodistas han sido asesinados en Colombia durante los últimos 19 meses. Cuestionaron que el presidente no rechazara estos crímenes de manera enérgica.