El Jefe de Estado sostuvo que el Acuerdo de Paz demanda cambios en la sociedad, pero que un sector de derecha, al que calificó como el “sindicato del pasado”, se niega a cumplir, lo que desata –según su tesis–, mayor violencia.
Insistiendo en la idea de golpe y alertando por una “mayor violencia”, este jueves nuevamente el presidente Gustavo Petro se refirió a su constituyente y negó que implícitamente eso se traduzca en una reelección de su mandato.
En un extenso mensaje divulgado a través de su cuenta en X, el jefe de Estado reconoció que hay tensión por su convocatoria al poder constituyente, es decir, el pueblo colombiano, con miras a “producir los cambios y transformaciones que el país necesita”. Sin embargo, reclamó que ese llamado se ha combatido “desde la extrema derecha” y lo que denominó como el “sindicato del pasado” con la “figura mentirosa de la reelección presidencial”.
Por ello, pidió “desnudar” el debate, criticando que hay quienes pretenden que la paz se puede alcanzar sin cambio alguno: “Sin modificar el poder, ni la economía, ni el territorio, ni la desigualdad”. Lo anterior coincide con la propuesta que lanzó el excanciller Álvaro Leyva frente a convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, haciéndole el quite al Congreso con base en un apartado del Acuerdo de Paz firmado con las extintas Farc.
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En esa línea, enviando un mensaje indirecto a figuras como el expresidente Juan Manuel Santos, Petro criticó que hay quienes ahora “desdicen de su propio acuerdo firmado” y aseguró que lo mismo pasa con el pacto alcanzado en los años 90 con la entonces guerrilla del M-19, “al que le prohíben ya sacar hasta sus banderas, tanto temor le tienen por su atracción popular”.
Incluso, Petro rechazó que también haya temor a la propia Constitución de 1991 o al primer acuerdo alcanzado en la mesa con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) –relacionado con la participación de la sociedad civil–.
“Quienes reformaron la Constitución en más de 50 ocasiones, quitando derechos y haciéndose reelegir, ahora dicen defenderla. Esta bipolaridad del ‘sindicato del pasado’ tiene que ver en realidad con que todos los acuerdos de paz mencionados, incluido el principal: el de la Constitución, proponen acuerdos para cambiar, no para dejar las cosas como están. El problema es el cambio, no la reelección”, manifestó.
En ese sentido, recordó que en las últimas cuatro décadas, “se ha repetido permanentemente la palabra paz”. Lo anterior, según su tesis, tras una propuesta de Jaime Bateman Cayón –cofundador y comandante máximo del M-19–, que en 1982 pidió “un diálogo nacional desde las selvas del Caquetá”.
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“La paz ha sido una idea fuerza fundamental del pueblo colombiano, una idea constituyente de la nación. Pero al mismo tiempo en la mentalidad oligárquica y antidemocrática del país, se ha repetido en la práctica el mismo hecho: el incumplimiento a la paz”, alegó el jefe de Estado.
Petro enumeró varios hechos que, en su concepto, muestran “tajantemente” la consigna ‘morronga’ propia de la cultura oligárquica en el país: “engañar, traicionar la palabra, incumplir”.
Entre otras, se refirió al asesinato de Carlos Pizarro; el incumplimiento de la Constitución del 91 “que los llevó a construir un inconstitucional modelo neoliberal de negocios con lo público” en lugar de un Estado social de derecho, o el entrampamiento a la paz de las Farc “con la cúpula de la Fiscalía promoviéndolo”. Además, sostuvo que se han incumplido puntos del Acuerdo de Paz firmado en 2016, como “la reforma agraria, la transformación del territorio y la verdad judicial”.
Por otro lado, llamó la atención por la “andanada” de algunos gremios contra “el balbuceante” primer acuerdo con el ELN, “incluida la actividad filibustera del ‘sindicato del pasado’ para hundir las reformas propuestas por el programa de gobierno elegido por el pueblo”.
Según Petro, con engaños esa “cultura oligárquica” ganó hasta un “plebiscito irrracional. Un sector del pueblo votando contra la paz, votando contra sí mismo y sus hijos (...) Lograron un primer momento constituyente del pueblo después de 1991 contra la paz y por la violencia. Ahora se recogen los resultados”.
Para el mandatario, “sea como sea”, es un hecho que fue la misma derecha la que “convocó el poder constituyente contra el que ahora vociferan pidiendo golpe de Estado (...) Claro después del referendo y la victoria dudosa de Duque, el poder constituyente finalmente se expresó a favor del cambio. Por eso ahora no quieren el pueblo, sino el golpe”.
Por ello, insistió en los incumplimientos a la paz “para que no existan cambios y puedan mantenerse en los puestos privilegiados del poder, los negocios, la contratación pública y la desigualdad”. Sin embargo, sostuvo que lo único que se provoca con mantener las cosas como están “no es la paz, sino una mayor violencia”.
Para Petro, los adictos a la violencia, “que son los mismos adictos al poder”, no quieren cambios. Por ello, calificó como indispensable que el pueblo aparezca. “El poder constituyente no es más que el pueblo aparezca y decida sobre sus derechos, sus sueños y su país”.
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