El anuncio de marchas en el país siempre genera confrontación, sin importar que quienes las promuevan sean el oficialismo o la oposición. Esta vez la convocatoria hecha por el propio presidente de la República, Gustavo Petro, no cayó tan bien.
El ambiente está caldeado. Diferentes organizaciones populares y sindicales ya anunciaron que participarán y apoyarán la organización y logística. Entre esta saca la cabeza la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), que es uno de los floreros de Llorente de la disputa entre el presidente Petro y el fiscal Francisco Barbosa, por un allanamiento realizado a la sede principal de la organización, en medio de una investigación por presunta financiación irregular de la campaña presidencial.
Otro ingrediente que le puso más picante a la discusión fue la reunión entre el propio Petro y el nuevo presidente de la Corte Suprema, el magistrado Gerson Chaverra. Quienes se sentaron este martes en la Casa de Nariño, junto al vicepresidente del Tribunal, Octavio Tejeiro, y del director del Departamento Administrativo de la Presidencia, Carlos Ramón González. Todos dos días antes de que la Sala Plena de la Corte someta la terna de candidatas a una nueva votación.
En la capital del país se espera que se den varios puntos de concentración. Por ejemplo, Fecode está convocando para las 8 de la mañana, con punto de concentración en los alrededores del edificio de la Corte Suprema. La Central Unitaria de Trabajadores hizo el llamado para reunirse en el frente del búnker de la Fiscalía General. Y los líderes del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) invitaron a manifestarse desde las 8 de la mañana, en el centro de Bogotá, en la calle 13 con carrera 13.
Una de las que se fue de frente contra la convocatoria del presidente fue la senadora del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, quien dijo que por sus posiciones críticas al Gobierno algunos sectores que participarán en las manifestaciones estarían planeando realizar una “murga” en las afueras de su residencia.
Cabal le dijo a EL COLOMBIANO que con su equipo hicieron una investigación por cinco meses con la que determinaron que 18 entidades, sobre todo ministerios, hicieron erogaciones presupuestales para 20 organizaciones indígenas, especialmente para el Consejo regional Indígena del Cauca (Cric), por el orden de 200.000 millones de pesos. Lo que, según la senadora, es la forma que ha usado el presidente para ganar el respaldo de estas organizaciones en las manifestaciones que convoca.
“Ya había denunciado en su momento que Petro, a través de la Agencia Nacional de Tierras, hizo desplazar organizaciones indígenas para que lo acompañaran acá en su arenga del balcón, que creo que fue la última, que además le fue muy mal”, agregó Cabal, quien además señaló que el presidente se había gastado “40.000 millones” trayendo a la minga del Cric desde el Cauca, plata que “se podría invertir en las necesidades reales de los pueblos indígenas del país”.
Para la senadora lo que hace el presidente es “adornar su lucha revolucionaria usando a los indígenas” y deja claro que “hay organizaciones que se prestan para ello porque se benefician al recibir una cantidad de dinero que después no sabemos dónde están, no están obligados a decir, ya que la contraloría siempre encuentra limitaciones para buscar”.
“Entonces aquí vivimos en Colombia con millones que se le dan a organizaciones que presumen representar grupos sociales, pero lo que hacen es un activismo que trivializa la sociedad, que la divide y la llena de odio”, agregó la senadora del Centro Democrático.
Sobre lo que podría pasar con las marchas de este 8 de febrero, Cabal dice que no sabe, pero que, en su opinión, lo que sí existe es una advertencia de “que lo que está haciendo (Petro) es intimidar a la Corte y a la Fiscalía”.
Ante las denuncias hechas por la senadora Cabal, EL COLOMBIANO intentó comunicarse con los líderes del Cric para conocer su opinión al respecto y su posición frente a las movilizaciones convocadas para este jueves, pero no fue posible obtener alguna respuesta.
La organización indígena, sin embargo, publicó en sus redes sociales una invitación para participar en las movilizaciones y anunció que su punto de concentración será en el palacio de justicia de la ciudad de Popayán, a partir de las 9 de la mañana.
Otro de los que se refirió al tema de las movilizaciones y una posible presión contra la Corte Suprema fue el exministro Juan Fernando Cristo, quien dijo no estar de acuerdo con la convocatoria porque, en su opinión, la Corte, debe tomar la decisión en tiempo que considere pertinente debido a la complejidad del cargo.
Cristo, en declaraciones a Caracol Radio, señaló que “los organizadores deben permitir que la Corte Suprema delibere de manera tranquila con toda prudencia y mesura, ya que no es nuevo que se tome su tiempo para tomar la decisión más importante cada cuatro años”.
Uno de los apoyos públicos que ha desatado críticas de la oposición es el de la comunidad de Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena). Porque según la circular identificada con el serial 01-3-2024-000031 del 5 de febrero, que iba membretado con destino a los directores de área, jefes de oficina, directores regionales y subdirectores de Centro se informó que darán permisos a servidores públicos y aprendices de la entidad para participar de las movilizaciones que convocó el presidente Gustavo Petro.
Desde la dirección del Sena, sin embargo, señalaron que lo que se hizo fue otorgar permiso para todos aquellos servidores públicos y aprendices de la entidad que “deseen participar voluntariamente en la jornada de protesta convocada para el 8 de febrero” y que la decisión fue tomada “en acatamiento de los derechos constitucionales”. Además, dijeron que en la convocatoria “obviamente, el Sena no incurrirá en ningún gasto oficial”.
Ante la tensa situación que vive el país por los enfrentamientos institucionales, algunos han llamado a la prudencia y a la calma. Entre estos está el actual senador por la Alianza Verde y exjefe negociador de paz, Humberto de la Calle, quien incluso publicó un documento titulado Vademécum para superar la bronca actual”. Allí, el senador señaló que aunque cree que las discusiones son vitales para la libertad, y en el disenso está en la esencia de la democracia, “en aras del bienestar de la nación, es imperativo que el diálogo político trascienda las plataformas digitales y evite sumergirse en conspiraciones y agravios propios de sus dinámicas anónimas en línea”. Refiriéndose a cómo las disputas que inician en redes sociales pueden desembocar en conflictos reales más graves.
A pesar de las voces que, como De la Calle, han llamado a la calma, lo cierto es que el “menú caliente” de las nuevas marchas está servido. Los invitados están avisados, tanto los que las apoyan como los que las rechazan, pero el resultado de la mezcla sí parece incierto y preocupante.
