La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ratificó la decisión de expulsar del fuero de ese tribunal al exguerrillero de las FARC, Alexander Farfán Suárez, alias Gafas, recordado por participar en el secuestro de la excandidata presidencial Ingrid Betancourt.
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La confirmación de la JEP, a través de su sesión de apelaciones, ratificó la decisión tomada el pasado 11 de agosto por la sección de revisión que declaró a Farfán Suárez como “desertor armado manifiesto al proceso de paz”, lo cual lo alejaba de “cualquier beneficio de justicia transicional”.
Una de las explicaciones de la JEP fue la designación por parte del Gobierno de Farfán Suárez como integrante del grupo disidente de las Farc –llamado Estado Mayor Central (EMC)– en calidad de “miembro representante” de esa organización en la mesa de diálogo con el Gobierno.
En su decisión, la JEP recordó que la deserción al acuerdo de paz de 2016, firmado entre el Gobierno colombiano y las extintas FARC, es una de las principales causales de expulsión de esa jurisdicción.
“Como se ha señalado en múltiples oportunidades y se reiteró recientemente “la deserción es, sin duda, el acto más grave de incumplimiento de los compromisos adquiridos por los firmantes del Acuerdo Final de Paz. Constituye un acto de desconocimiento absoluto de la garantía de no repetición y, además, representa una total defraudación a los derechos de las víctimas”, detalló el Tribunal de Paz.
Sin embargo, la defensa de Farfán Suárez pidió a la JEP revisar la determinación al señalar que no estaba “debidamente acreditada” la deserción del exintegrante de esa guerrilla y al reclamar pruebas que mostrara que era un desertor del acuerdo de paz.
El historial jurídico de Farfán Suárez da cuenta de seis condenas por hechos cometidos antes del 2016, entre ellos su participación en el secuestro de Betancourt y de Clara Rojas, así como de tres estadounidenses.
Estuvo preso desde 2008, luego de la “Operación Jaque”, pero en 2017 un juzgado de Bogotá le otorgó “amnistía de iure por los delitos de rebelión y concierto para delinquir” y quedó en “libertad condicionada por los delitos de terrorismo, homicidio, secuestro extorsivo agravado y toma de rehenes, entre otras conductas punibles”.
En 2022 fue nuevamente capturado por orden de un juzgado de Buenaventura junto a otras personas y acusado de los delitos de “fabricación, tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido, de uso privativo de las fuerzas armadas o explosivos”, entre otros.
Pese a su prontuario, Farfán Suárez está libre, puesto que ejerce “miembro representante” del EMC en la “fase preliminar de alistamiento y en la Mesa de Diálogos de Paz con el Gobierno Nacional”, pero no tendrá una segunda oportunidad en la JEP, debido a esta expulsión definitiva de su fuero jurídico.
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