La incógnita de la muerte de alias “Ramiro”, el jefe de las disidencias del frente 18 de las Farc, cuyo campamento fue bombardeado el pasado 22 de noviembre y del que no se tiene certeza si sobrevivió, empezaría a despejarse.
En una comunicación de esa estructura armada ilegal conocida en exclusiva por EL COLOMBIANO, los integrantes despiden a alias “Ramiro”, a quien señalan de ser un “gran revolucionario” y lamentan su muerte. “Qué falta haces en esta Navidad. Descansa en paz comandante Ramiro”, dice el panfleto que circula por varias veredas del municipio de Ituango, localidad en la que tiene injerencia este grupo de disidentes.
Justo un mes después de que se realizará la operación militar en la vereda La Barranca, en zona rural del municipio de Ituango (Antioquia), y sin que las autoridades como Ejército o Policía hayan confirmado o negado la muerte del exjefe guerrillero que no le apostó al proceso de paz, las disidencias estarían certificando su muerte.
En aquella ocasión, y según información conocida en primicia por EL COLOMBIANO, en el sitio del bombardeo se encontró la prótesis de alias “Ramiro”, elemento que le servía para caminar luego de haber perdido su pierna hace 8 años al huir de un operativo en el Sur de Córdoba, cuando hacía parte del frente 18.
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Frente a la operación del bombardeo, el general Juan Carlos Ramírez, antiguo comandante de la Séptima División del Ejército, entregó en esa ocasión detallles y señaló que “al parecer y como producto de la operación militar, otros terroristas también habrían resultado gravemente heridos”.
En el parte oficial de esta operación quedó que murieron seis personas: alias Sandy, compañera sentimental de “Ramiro”; “Alberto Mico”, “Camaleón” y ”Camilo”, quienes eran miembros de la seguridad del comandante de las disidencias del frente 18. También murió “Leo”, quien pertenecía a Los Caparros y fungía como enlace de la alianza criminal con la disidencia de las Farc. Por su parte, alias Tabares o Carepalo fue capturado.
También se incautaron seis armas largas tipo fusil, dos ametralladoras, tres armas cortas, 18 proveedores y 800 cartuchos.
Frente a esta última versión, EL COLOMBIANO consultó con fuentes oficiales sobre la veracidad de esta información que circula en la región y se está a la espera de algún pronunciamiento.
