Colombia ha tomado una decisión para reformar la producción de pasaportes en el país. A partir del 3 de octubre, el gobierno implementará un nuevo modelo que incluye la participación del gobierno de Portugal en un acuerdo de cooperación.
Esta transición tiene como objetivo asegurar la continuidad del servicio de emisión de pasaportes, garantizar la soberanía sobre los datos de los colombianos y reducir los costos asociados al proceso.
El canciller Luis Gilberto Murillo explicó en entrevista con La FM que el proceso se llevará a cabo en tres fases. La primera fase consiste en continuar con la producción de pasaportes bajo la firma actual, Thomas Greg & Sons, hasta que el empalme con la nueva administración esté completo. Este empalme, que incluirá la transferencia de tecnologías y capacidades, durará entre siete y diez meses.
“La transición comienza el 3 de octubre con la firma actual y un nuevo aliado internacional, el gobierno de Portugal”, dijo Murillo. “Durante este período, continuaremos prestando el servicio con Thomas Greg & Sons, que se encargará principalmente de la personalización de la información y la impresión de las tarjetas de pasaporte. Mientras tanto, la cancillería, en cooperación con Portugal, fortalecerá sus capacidades para asumir completamente el proceso”.
El acuerdo con Portugal forma parte de una estrategia para fortalecer a la Imprenta Nacional, Migración Colombia y la Cancillería, con la construcción de una planta dedicada a la producción de pasaportes, lo que sería la segunda fase. “La imprenta nacional y otros actores del estado colombiano serán los responsables de la producción, y no habrá subcontratación a empresas privadas extranjeras”, aclaró el canciller.
Uno de los aspectos clave de esta transición es el ahorro significativo que generará. Murillo destacó que el nuevo modelo permitirá ahorrar casi un 50% de los costos actuales, lo que podría traducirse en pasaportes más económicos para los colombianos y, potencialmente, en pasaportes gratuitos para grupos vulnerables. Cuando el país tenga la total producción y emisión, se completaría la tercera fase.
“Este nuevo modelo no solo garantiza la continuidad del servicio, sino que también refuerza la soberanía sobre la información y datos de los colombianos”, señaló Murillo. “Además, el ahorro que obtendremos podrá ser reinvertido en mejorar la infraestructura del país y en apoyar a quienes más lo necesitan”.
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El canciller también abordó las preocupaciones sobre la seguridad de los datos, aclarando que ni la empresa actual ni ninguna otra manejaron información sensible de los colombianos. “Este cambio se realiza no porque existan irregularidades comprobadas, sino porque creemos que la gestión de los datos debe ser exclusiva del Estado”, afirmó.
El proceso de transición es complejo, y Murillo reconoció que ha habido desafíos. “Hemos recibido cuestionamientos sobre la continuidad del servicio y las implicaciones de cambiar de proveedor”, comentó. “Sin embargo, estamos seguros de que este nuevo modelo es superior, tanto en términos de seguridad como de eficiencia”.
El acuerdo con Portugal también incluye la capacitación del personal colombiano y la transferencia de tecnología. En los próximos diez años, la Imprenta Nacional se fortalecerá para asumir completamente la producción de pasaportes, con el objetivo de que, eventualmente, la planta operada en cooperación con Portugal pase a ser totalmente gestionada por Colombia.
Aunque este nuevo modelo representa un cambio significativo, Murillo enfatizó que la meta principal es garantizar que todos los colombianos tengan acceso a un pasaporte de calidad, sin interrupciones en el servicio. “Es un proceso gradual, diseñado para evitar sobresaltos y asegurar que, al final, Colombia cuente con la capacidad interna para producir pasaportes de manera autónoma y eficiente”, concluyó.
Este cambio en la producción de pasaportes y la información entregada por Murillo, esclarece hasta ahora el futuro de la emisión de dicho documento en el país. Aunque la transición tomará tiempo, la promesa de pasaportes más seguros, económicos y gestionados internamente ofrece una visión alentadora para el futuro del país.