En medio de una cantidad de migrantes nunca antes reportada en las selvas del Darién, el gobierno panameño anunció que deportará a cualquier ciudadano que llegue a su país por ese medio intentando cruzar hacia los Estados Unidos.
Según dijo el presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, las drásticas medidas se tomarán con el fin de frenar la ola migratoria que tiene preocupada al gobierno de Joe Biden, en EE.UU., y que ya logró permear ciudades como Nueva York.
“Dentro de nuestras capacidades y presupuesto incrementaremos las acciones para ir paulatinamente y progresivamente aumentando las deportaciones y expulsiones de migrantes que ingresen de manera irregular”, así lo declaró la directora de Migración Panamá, Samira Gozaine.
Y es que, tan solo para el mes pasado, la selva del Darién reportó cifras récord de familias completas intentando cruzar hacia Norteamérica.
Según los registros oficiales, solo durante agosto cruzaron 79.455 migrantes. De ese total, una preocupante cifra de 18.184 ciudadanos eran menores de 18 años.
“Hemos detectado en el flujo de migrantes más de 200 personas acusadas de diferentes crímenes. Hay pedófilos, violadores, homicidas, terroristas. ¿Es ‘humanitario’ permitir que los niños sigan pasando (hacia Estados Unidos) con este tipo de gente? Además, ¿ustedes creen que de 308.000 personas que cruzaron el Darién solo han muerto cerca de 1.000? ¡Eso es falso! ¡No sabemos cuánta gente se queda en el Darién, pero nos exigen a nosotros rescatar los cuerpos y nadie nos da dinero para ayudarnos en ninguna de esas acciones!”, dijo Gozaine en sus declaraciones a finales de agosto.
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Pese a que la funcionaria declaró que Panamá quisiera deportar al 100% de las personas que llegan a su territorio de manera irregular, también fue clara con que el país no tiene los suficientes recursos para regresar a sus países a la cantidad de venezolanos, colombianos, africanos, haitianos y demás migrantes que llegan a diario por esa selva.
Por eso mismo, Gozaine reveló que los primeros en ser deportados serán los hombres y mujeres que reporten antecedentes penales.
Frente a toda esta situación, el presidente Gustavo Petro aseguró que buena parte de la solución es levantar las sanciones económicas que hoy pesan sobre Venezuela y que agravan aún más la crisis en ese país.
“Si queremos en verdad frenar el desastre humanitario del éxodo por el Darién hay que desbloquear económicamente a Venezuela”, dijo el jefe de Estado.
Esto último, es una solución que divide a las naciones teniendo en cuenta que la mayoría de países coinciden en que no quieren afectar a la población venezolana, pero tampoco están dispuestos a apoyar un régimen señalado de violar derechos humanos y de reelegirse antidemocráticamente.
Por ahora Panamá no ha hablado de cerrar la frontera binacional. Si eso ocurre, Colombia sufriría una grave crisis migratoria.