La sala de Justicia y Paz de Bogotá revocó las 57 medidas de aseguramiento que mantenían preso al exjefe paramilitar. Su libertad se hará efectiva una vez surtan trámites de rutina.
En una decisión determinante y de gran impacto para el país, el magistrado de la sala del Tribunal de Justicia y Paz de Bogotá, José Manuel Parra, revocó las 57 medidas de aseguramiento que mantenían preso al excomandante paramilitar, Salvatore Mancuso y en consecuencia dio luz verde para su libertad.
No era esta la primera vez que Mancuso acudía ante los magistrados de Justicia y Paz a pedir la excarcelación, lo venía haciendo insistentemente desde el pasado 27 de febrero, cuando llegó a Colombia procedente de Estados Unidos, donde estuvo preso más de 16 años por narcotráfico.
Este periplo judicial inició el 1 de marzo cuando la magistrada de Justicia y Paz de Bogotá, Luz Marina Zamora, accedió a revocar 14 medidas de aseguramiento que pesaban contra Mancuso, al comprobarse que había cumplido penas impuestas con ocasión a su acogimiento al sistema de justicia transicional; sin embargo, ahí, pese a esa decisión, siguió preso.
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Mancuso aún tenía otras medidas de aseguramiento en el Tribunal de Justicia y Paz de Barranquilla. Hasta ese momento, el exparamilitar tenía claro que, para su excarcelación, todos los magistrados, que en su contra tenían medidas de aseguramiento, debían estar de acuerdo y revocarlas a su favor.
Más tarde, el 13 de marzo en Barranquilla, vino la primera sorpresa, cuando el magistrado Carlos Andrés Pérez decidió dejar preso al exmiembro de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), argumentando que había más de 65 mil hechos criminales por los que debía responder, aunado a que el pedido de excarcelación estaba disfrazado de indulto e impunidad.
Luego, el 18 de marzo, vino la decisión de la Jurisdicción Especial para la Paz, Jep, de asumir por control preferente todos los procesos en curso al exparamilitar, bajo el argumento de que solo esa jurisdicción podía pronunciarse o decidir acerca del futuro judicial de Mancuso, su libertad y eventuales condenas.
Ese pronunciamiento no cayó muy bien entre los magistrados de Justicia y Paz, pues saltaba a la vista una intromisión en su autonomía y funciones. Fue esa situación la que llevó a que, el 20 de marzo, se instaurara un conflicto de competencias en la Corte Constitucional.
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Actualmente, está pendiente el fallo de ese alto tribunal frente a qué juez o autoridad tiene la última palabra en cuanto al repertorio judicial de Mancuso.
Ahora, en tanto la Corte Constitucional se pronuncia, el juez natural del exparamilitar sigue siendo Justicia y Paz, por lo que, hoy por hoy, está facultado para ordenar su libertad, como sucedió en la tarde de este jueves.
El excomandante paramilitar, tiene una asignación del Gobierno de Gustavo Petro como gestor de paz. El jefe de Estado confía en que su conocimiento y experiencia criminal aporten al desarme de estructuras que adoptaron las prácticas de los paramilitares. Mientras tanto, las víctimas, miles en todo el país, esperan verdad, justicia y reparación. Sus muertos y desaparecidos siguen en la impunidad.
Con la decisión de este jueves, bastarán al menos ocho días para que el exparamilitar esté de regreso a las calles. Antes deben surtir trámites legales y de rutina ante el Inpec. Por orden de Justicia y Paz deberá vivir en la ciudad de Medellín y no podrá desplazarse a las zonas donde tuvo mayor dominio criminal.
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