Los constantes combates entre los grupos armados obligaron a un grupo de 24 firmantes de paz, y sus familias, a abandonar su espacio de reincorporación en Mesetas (Meta). Los reincorporados afirmaron que vienen siendo víctimas de amenazas y que temen por la integridad propia, de la comunidad y de sus seres queridos.
“Nuestra vida está en peligro”, es la alerta que lanzaron los firmantes de paz en un comunicado en el que se declararon en campamento humanitario permanente y en el que, a su vez, afirman que dejarán la Nueva Área de Reincorporación (NAR) Simón Trinidad a partir del 25 de febrero.
El departamento del Meta viene siendo escenario de disputa entre las facciones disidentes de alias “Iván Mordisco” y “Calarcá Córdoba”. La Defensoría del Pueblo ya había advertido, en enero pasado, que esa confrontación bélica podría traer reclutamiento de niños, confinamientos, desplazamiento forzado y homicidios de líderes comunitarios.
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“Lamentablemente, como población firmante, junto a nuestras familias, hoy estamos siendo sometidos al desplazamiento forzado; lo cual nos priva de la oportunidad de construir un futuro mejor. Esta situación nos obliga a enfrentar la incertidumbre, la pérdida de nuestros hogares y la ruptura de nuestros vínculos comunitarios, mientras luchamos por la supervivencia en condiciones de vulnerabilidad extrema”, advirtieron los excombatientes en un comunicado.
Los firmantes aseguraron que en la vereda Nueva Esperanza, donde están ubicados, son constantes los enfrentamientos entre los grupos armados y que, pese a que ha sido denunciado en reiteradas ocasiones, las consecuencias humanitarias no han cesado.
“Hoy clamamos por el respeto a la vida, ante las amenazas recibidas. A partir de hoy como firmantes y habitantes del NAR libertad “Simón Trinidad”, nos declaramos en campamento humanitario permanente; y en consecuencia el día 25 de febrero nos desplazaremos de nuestro territorio”, señalaron los firmantes.
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Esta no es la primera vez que los firmantes quedan en la mitad de un conflicto que no les pertenece. Los enfrentamientos en Catatumbo obligaron a 194 excombatientes a desplazarse, hay 174 más confinados, nueve de ellos están desaparecidos y seis más fueron asesinados.
