La primera semana completa del general Jorge Hernando Nieto Rojas como director de la Policía Nacional la cerró este viernes con noticias agridulces: entre el júbilo de sus hombres por la captura del alias “Puntilla”, considerado objetivo de alto valor entre las bandas de narcotraficantes, y el dolor por el ataque en Casanare que dejó tres uniformados muertos.
Se trata del mismo escenario de luces y sombras en que se mueve hace meses la Policía, por el que el propio presidente Juan Manuel Santos ha dicho que la principal tarea que tiene Nieto es “recuperar la unidad, el buen nombre, la respetabilidad y la confianza ante los ojos de la ciudadanía”.
¿Siente que la relación con el ciudadano está rota, debido a los escándalos en la Policía?
“No, la Policía es un patrimonio de los colombianos. Hay dificultades, pero cuando uno ve lo que hacen los policías todos los días, que acompañan al ciudadano y a los campesinos, uno se da cuenta que hay una relación cercana con la comunidad. Lo positivo de la institución está en más del 98% de sus integrantes; hay cuestiones que generan una percepción diferente, pero hay un compromiso permanente”.
Con esa cifra usted dice que los casos de corrupción son aislados, pero parecen tantos que se ha generado una verdadera desconfianza hacia la institución. ¿Cómo hará para que el ciudadano vuelva a creer en el patrullero que ve a diario?
“Hay una política de transparencia, a nosotros es a los que más nos duele un policía que afecte la integridad de la institución. Hemos generado un plan que contempla varios aspectos: prevención, control e investigación, y seremos contundentes en los aspectos que afecten la integridad de la Policía. Vamos a trabajar en el ser humano, para que sea íntegro, disciplinado e innovador”.
Cuando se pregunta por la corrupción policial, se dice que han sido respuestas contra el Plan Transparencia, ¿pero no cree que hay razones de fondo para que haya hechos tan graves como el de los 14 policías que apoyaban una banda de microtráfico en Bogotá?
“Nuestra política de transparencia tiene inmersa toda la cadena del ser humano, desde la incorporación, para tener un policía más íntegro. Tenemos dificultades, porque alrededor hay delito pululando y hay manzanas podridas, pero ante esas manzanas podridas seremos inflexibles, por eso es que no escondemos nada y salimos a reconocer los errores”.
De los recientes problemas se dice que ocurrieron por una división interna, con dos bandos alrededor de la cúpula. ¿Qué sabe de eso?
“Lo que puedo decir es que el cuerpo de generales está unido y estamos generando los mecanismos para que siga así. Dispuse que cada dos meses nos reunamos para generar sinergia y evitar esos comentarios que afectan a la institución y al país”.
¿Ya se reunió con la comisión civil que nombró el Presidente para revisar la situación de la Policía? Ahora que hubo cambio en la Dirección, ¿qué tipo de trabajo hará esa comisión?
“Desde luego, el Presidente dispuso que de manera articulada revisáramos los temas de preocupación, y se le entregó a la comisión el primer balance de la cumbre de generales”.
En el caso de las Fuerzas Militares, los comandantes organizan un cambio pensando en el posconflicto, con un plan hasta 2030, ¿en la Policía qué cambios se aplicarán?
“Tenemos un nuevo modelo de Policía para el posconflicto, que tiene un componente focalizado hacia la seguridad rural y una línea importante de coordinación internacional. Esta es una Policía que se ha venido construyendo, que tiene unos grandes intangibles, como su direccionamiento estratégico, estamos preparados para las transformaciones sociales del país”.
¿Cómo es la nueva estrategia para el posconflicto?
“Hay una estrategia que ha definido el Gobierno contra el crimen organizado, que vamos a materializar a través de un bloque de búsqueda contra las estructuras altas y con un plan para bajar en el crimen organizado hasta otras estructuras, llegando al nivel local. Eso implica que golpearemos de manera estratégica a objetivos de alto y mediano valor y a aquellas que afectan al ciudadano común en las diferentes ciudades, con delitos como el hurto y la extorsión”.
¿Qué beneficios le traerá esta nueva estrategia al ciudadano del común?
“Que vamos a salir de un remolino, porque a veces capturamos y vuelven a delinquir. Aquí lo que estamos es llegando a toda la cadena criminal, para dar un impacto estratégico. Pretendemos generar, a través de procesos de investigación y conocimiento del fenómeno, un trabajo completo contra las bandas. Eso nos dará un fortalecimiento desde el punto de vista judicial, pues se podrán imputar delitos que generen mayores penas”.
Una preocupación es que con la firma de la paz con las Farc, y eventualmente con el Eln, haya un reciclaje de las bases de estas guerrillas que termine afectando la seguridad. ¿Cómo lo controlarán?
“La estrategia va encaminada en ese sentido, con un análisis de todos los fenómenos y de cómo muta el crimen. Ese análisis nos permite tener priorización en fenómenos y en lugares con mayor incidencia criminal. Aquí es muy importante un enfoque regional, porque la criminalidad es muy diferente en Bogotá, Cali, Medellín o Barranquilla”.
Otro asunto en discusión es si la Policía debe salir del Ministerio de Defensa y pasar al del Interior o a uno nuevo de Seguridad, ¿qué opina de eso?
“Es un debate que más adelante se tendrá que dar, estaremos abiertos a ese debate, pero en este momento lo que nos interesa es seguir construyendo nuestro país de la manera como está la Policía y seguir combatiendo la criminalidad desde ahí”.
