El exmandatario, quien estaba a horas de cumplir 63 años, murió en Bogotá por un paro cardíaco. La justicia lo sentenció en tres oportunidades por el saqueo a la capital del país. La más alta era de 39 años, pero fue modulada.
Luego de permanecer más de 24 horas internado en el Hospital Militar de Bogotá –a donde llegó sin signos vitales y con severas complicaciones cardíacas–, en la noche de este viernes falleció el exalcalde de Bogotá Samuel Moreno Rojas, condenado en tres oportunidades distintas por el escándalo del carrusel de la contratación en la capital por el que, incluso, aún le faltaban 13 años de cárcel por purgar.
La noticia de su muerte fue confirmada por el centro médico pasadas las 7:00 de la noche, que indicó que sobre las 6:30 de la tarde Moreno sufrió “un shock refractario hasta presentar parada cardíaca”. Según el Hospital, Moreno “estuvo en compañía de sus familiares durante el día”.
El mandatario permanecía en la unidad de cuidados intensivos coronarios desde la tarde del jueves, después de sufrir un desmayo en su sitio de reclusión: la estación de Carabineros de la Policía en Bogotá. Moreno –de acuerdo con el Hospital Militar– presentaba fallas cardíacas producto de una enfermedad coronaria severa. Por ello, ya tenía comprometidos múltiples órganos y sistemas,
En vista de la delicada situación que presentaba Moreno, la Corte Suprema de Justicia había dado vía libre para que su hermano, Iván Moreno Rojas –también condenado por el carrusel de la contratación–, pudiera salir de la cárcel La Picota y lo visitara en el centro médico: “(El Inpec) podrá conceder permiso de salida bajo su responsabilidad, por un término no mayor de 24 horas, más el tiempo de la distancia, si la hubiere, tomando las medidas de seguridad adecuadas”.
Le faltaban 13 años de cárcel
Moreno Rojas, quien era nieto del expresidente Gustavo Rojas Pinilla e hijo de María Eugenia Rojas, nació en Miami (Estados Unidos) el 11 de febrero de 1960.
Era abogado y economista, y sus primeros acercamientos a la política fueron de la mano de la ANAPO, justamente el partido político de su abuelo. Luego de labores de coordinación y jefatura de varios dirigentes, Moreno fue elegido senador en 1991 y en 2002 fue uno de los gestores del Polo Democrático.
Precisamente, con el aval de ese partido político –luego de años de liderazgo y consolidación– logró salir elegido alcalde de Bogotá en 2007.
No obstante, debido a su responsabilidad en todo el entramado del carrusel de la contratación que saqueó los recursos de Bogotá, no alcanzó a terminar su periodo y, desde entonces, terminó con tremendo enredo judicial.
En efecto, recibió tres condenas –una de 39 años, otra de 30 años y una más 24 años (y tenía pendiente un juicio por el escándalo de Odebrecht)– por diferentes hechos enmarcados en un megasaqueo que salpicó a concejales, congresistas, funcionarios y contratistas (ver recuadro).
Moreno, en todo caso, estaba preso desde 2011, por lo que llevaba 12 años de pena intramural y –teniendo en cuenta sus sentencias (moduladas en algunas ocasiones en tribunales dejando una pena máxima de 25 años)– aún le faltaban otros 13 años por purgar. Pero la muerte le llegó este viernes, paradójicamente, 12 horas antes de comenzar su cumpleaños número 63.
Si bien Moreno Rojas fue un personaje que en los últimos años simbolizó la corrupción y encarnó el estigma de la delincuencia en la política, la noticia de su muerte hizo que algunos dirigentes dejaran de lado sus consideraciones y se solidarizaran ante su partida.
“Lamento la muerte repentina del exalcalde. A su familia y amigos mis condolencias y respeto en este momento tan doloroso y difícil. Muy especialmente a su esposa e hijos y a su señora madre”, declaró la alcaldesa de Bogotá, Claudia López.
Por su parte, la actual senadora Clara López –quien fuera secretaria de Gobierno de Moreno y la encargada de concluir su periodo cuando fue sancionado–, dijo: “Reitero mi solidaridad con la familia y mi sentido dolor por su fallecimiento”.
El abogado Iván Cancino, uno de los allegados al exmandatario, aseguró haber conocido “al ser humano, al padre amoroso, al esposo dedicado y tierno, al hijo pendiente, al hincha del fútbol, al que pagó su pena (...) descanse en paz Samuel Moreno. Los reproches ya no”.
No obstante, el exsenador Gustavo Bolívar –quien justo suena como candidato para llegar al Palacio Liévano– arremetió contra el exalcalde: “La de Samuel Moreno, es la vida más desperdiciada que conocí. Tenía todos los privilegios. No le faltaba nada. Era hasta presidenciable. La ambición lo llevó al desprestigio, a la cárcel y a la tumba. De los pocos corruptos que pagó condena en Colombia. Que sirva de ejemplo”.
