La Paloma de Fernando Botero: la obra que se volvió ícono de la paz, pero dividió a la política nacional
La obra fue donada por el artista a la Casa de Nariño antes de la firma del Acuerdo de Paz con las Farc, pero fue “desplazada” del Palacio presidencial por diferencias políticas. Desde hace un año volvió a la sede del Ejecutivo.
La paloma de la paz, escultura de Fernando Botero, hace parte del patrimonio cultural de la Casa de Nariño. FOTO: Colprensa
Entrega de la paloma de la paz de Fernando Botero al Museo Nacional. FOTO: Colprensa
Aunque lejos de su tierra natal, el maestro Fernando Botero siempre estuvo pendiente de la actualidad nacional, por eso, en 2016, cuando se dio la firma del Acuerdo de Paz con las extintas Farc, el artista estuvo presente con su obra.
Así como en muchos momentos de su carrera, Botero acudió a su altruismo y donó una escultura: una paloma de la paz de un blanco impoluto, hecha en bronce, de 70 centímetros de altura, con el pico dorado y las proporciones que caracterizaron el estilo del artista. La envió desde Italia, donde la esculpió.
“Quise hacerle este regalo a mi país para expresar mi apoyo y mi solidaridad con este proceso que les brindará un futuro de esperanza e ilusión a todos los colombianos. ¡Enhorabuena por Colombia!”, dijo Botero en el mensaje que leyó entonces el presidente Juan Manuel Santos cuando develó la escultura, en la Casa de Nariño, dos días antes de la primera firma del acuerdo que se llevó a cabo en Cartagena y que luego no pudo ser refrendado por la victoria del No en el plebiscito.
La escultura reposaba en un lugar especial de la Casa de Nariño y estuvo presente en varios actos que tuvieron que ver con el acuerdo.
En la casa presidencial, de donde Santos prometió que la escultura no iba a salir, estuvo poco más de dos años, -los que le quedaban al gobierno del hoy Nobel de Paz-, pero luego, fue relegada y de hecho sacada de la sede de gobierno.
¿Quién atacó, por segunda vez, un símbolo de la paz creado por Botero? Esta vez no fue un bombazo, como el que recibió El Pájaro en el parque San Antonio, en la Medellín de 1995. Esta vez, una postura política habría sido la que desplazó a la escultura del lugar que no debió salir.
Versiones señalan que la salida de la escultura de la Casa de Nariño habría sido una orden del predecesor de Santos, Iván Duque, férreo opositor del acuerdo que buscó ponerle fin al conflicto armado más antiguo del continente.
Pero otras versiones apuntan a que fue una medida anticipada de Santos para que la escultura no quedara desprotegida y en el limbo. La paloma fue a parar entonces al Museo Nacional en julio de 2018.
Entrega de la paloma de la paz de Fernando Botero al Museo Nacional. FOTO: Colprensa
“Es una decisión de la Presidencia de la República acompañada del Ministerio de Cultura, que es nuestra casa matriz. Desean que sean los ciudadanos quienes puedan ver este símbolo que el maestro Botero entregó en el año 2016 a Palacio y que hoy esté hablando con otras obras que han sido donadas por el mismo Botero”, dijo, en su momento, el entonces director del Museo, Daniel Castro.
Su regreso a Casa de Nariño
Cuatro años estuvo la paloma de la paz en el Museo Nacional, los mismos cuatro años del Gobierno Duque. Luego, con la victoria presidencial de Gustavo Petro, el mandatario la devolvió a la Casa de Nariño.
Así como en su posesión pidió tener la espada de Bolívar consigo, también pidió devolver la escultura a Palacio. Ese también era un mensaje claro: seguir apoyando la implementación del acuerdo y extender ese legado en su política de “Paz total”.
A la paloma no la pudo tener en su posesión, le tomó un mes tenerla en Casa de Nariño. El 1 de septiembre de 2022 volvió a su sitio original: el salón Gobelinos.
“Otra vez en su lugar”, escribió Petro cuando anunció el regreso de la paloma, el regalo del artista colombiano más universal para conmemorar la paz.
