La pasión que muchos encuentran en las cumbres heladas y los paisajes extremos entre lo alto de las montañas donde el aire escasea, exige una ardua preparación y decisiones responsables.
La reciente tragedia de Kevin Bocanegra, el joven que perdió la vida mientras practicaba montañismo en el Nevado del Tolima, vuelve a encender las alarmas sobre la realidad de estas expediciones en Colombia, práctica que no siempre está lista para responder a las necesidades de quienes sueñan con conquistar estas alturas.
Nicolás Díaz, conocido como “Nico Lobo”, montañista con 17 años de experiencia que ha coronado cuatro de las siete cumbres más altas del mundo, un reto internacional conocido como las Siete Cumbres y como vocero del Gremio de Montañistas y Escaladores de Colombia (GMEC), conversó con EL COLOMBIANO sobre el caso de Kevin, así como las reglamentaciones, peligros y recomendaciones para practicar este deporte.
Normativa que regula las actividades deportivas en los Parques Nacionales Naturales:
Desde 2017, Nicolás ha trabajado para establecer una normativa clara sobre las actividades de quienes escalan en los nevados y volcanes del país. Este esfuerzo culminó con la Resolución 474 de 2018, que regula las actividades deportivas en los Parques Nacionales Naturales.
Sin embargo, considera que estas normas no se estarían implementando correctamente. “No se está haciendo el control del acceso a las montañas con la reglamentación que nosotros mismos entregamos. Si eso se implementa, es más fácil que devuelvan a gente que no tiene la capacidad o el equipo necesario para acceder a una montaña. Así funciona en otros lugares”, expresó.
El Nevado del Tolima es un terreno hostil, donde se cruzan diversos pisos térmicos, desde el bosque andino hasta el superpáramo. Las lluvias, granizadas y bajas temperaturas son condiciones usuales en esta zona. Díaz explica que el frío en la montaña es otro nivel.
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“Como la gente entrena tanto en la ciudad y piensa que porque corren mucho, van al gimnasio y levantan pesas, el cuerpo estaría acondicionado para vivir en la alta montaña y el frío allá y las implicaciones de la disminución de oxígeno en el aire complica las cosas”, explicó.
Además, la aclimatación paulatina del cuerpo a la altura es clave para esta travesía que se prevé se demore 4 o 5 días, consideró el montañista.
El hospedaje en el Nevado del Tolima
En las rutas hacia la cumbre, dos fincas privadas, La Primavera y La Playa, ofrecen hospedaje y servicios básicos, pero sin vínculo con Parques Nacionales.
“Son casas particulares, casas campesinas que debido a la actividad turísticas ofrecen comida hospedaje, a veces alquilan equipo técnico, pero ellos no tienen responsabilidad alguna si pasa un tipo de eventualidad”, señala Nicolás.
“No es obligación de ellos prestar un servicio de socorro, ni las casas, ni los arrieros, la comunidad está el servicio de lo que pueda pasar, pero es porque es su modo de vida”.
La realidad de un rescate en montaña en Colombia
En relación con el caso del joven fallecido en el Nevado del Tolima, sus acompañantes aseguraron que su seguro de riesgo incluía el envío de un helicóptero en caso de emergencia.
Nicolás aclara que en Colombia, esta posibilidad es poco probable. “La única forma que llega un helicóptero aquí en Colombia a la montaña es a través del Ejército, pero una agencia que te vende un seguro de riesgo para un acceso turístico no está en la capacidad de mandarte un helicóptero”, detalló.
Si una persona está presentando condiciones de salud que se pueden tratar, en este caso en el Valle del Cocora, la póliza de seguro se activa tras bajar oportunamente de la montaña para que le presten atención médica necesaria.
“Cuando uno tiene problemas con alguien en la montaña, lo primero que se debe hacer es descender, no esperar a que llegue la ayuda”, consideró el deportista, quien indicó que si se presentan mas de dos síntomas de malestar se debe descender.
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A nivel internacional, existe la posibilidad de un rescate aéreo a través de un seguro alpino que se activa con un teléfono satelital. En otros países, “si esa montaña en especifico tiene la capacidad de respuesta con helicóptero a uno lo rescatan”, dijo.
¿Qué hace falta para practicar montañismo seguro en Colombia?
Desde la perspectiva del experimentado montañista que ha practicado este deporte en otros países, una de las falencias en Colombia es la regulación para el ingreso a estas zonas. “En Alaska vos tenés que pasar una hoja de vida como montañista y decir en qué cumbres has estado”.
También consideró que las entidades que se encargan de estos sitios deberían tener un lugar que esté especialmente acondicionado para atender cualquier tipo de emergencia.
“Sí, debería haber un sitio que esté destinado para la atención (...) una cabaña donde haya oxígeno, los implementos necesarios para prestar atención de socorro básica”.
Además, mencionó que es importante un registro pleno de los grupos que van a hacer cumbre. “Por ejemplo, en otros países uno notifica qué días va a ser los intentos de cumbre por si pasa alguna eventualidad, pues ya saben que tal equipo de tal país están en un ascenso”, recordó.
¿Qué se debe tener en cuenta para practicar montañismo?
Para una excursión de esta magnitud, lo normal es que un guía tenga a cargo máximo tres personas. “Para 12 personas un solo guía o incluso hasta dos es demasiado irresponsable, eso no debió haber pasado”, dice Díaz con relación a lo ocurrido en el Tolima.
Antes de una expedición es recomendable realizarse un control médico, ya que en la altura el cuerpo empieza a intoxicarse por la falta de oxígeno en la sangre. Incluso después de lograr la cumbre, “es bueno hacerse controles”, dice Díaz.
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Asimismo, el deportista instó a las personas a no poner en riesgo su vida cuando tienen como objetivo lograr la cima de la montaña “Es lo que nosotros llamamos la ‘fiebre de cumbre’, las personas van allá pensando que sí o sí, bajo todo riesgo tienen que hacer una cumbre y uno cuando se forma como deportista sabe que lo primero que a uno lo que debe renunciar es a la cumbre, uno no sabe qué pasa”.
“Lo primordial es el mensaje de siempre descender, ante cualquier síntoma, cualquier eventualidad, es bajar. Uno cuando ya suma dos síntomas, uno dice bajemos (...) prevalece siempre la salud, no hay que poner en riesgo la vida en estos sitios”, recalcó.
