La organización ambientalista Greenpeace denunció que las empresas mineras siguen operando en los páramos, pese a la sentencia de la Corte Constitucional de febrero, ejecutando actividades extractivas de carbón ilegalmente.
Lee aquí: Los santuarios naturales amenazados por la minería legal
“Lo más preocupante es que las autoridades encargadas de hacer cumplir la sentencia, como las CAR y el Ministerio de Ambiente, están omitiendo sus competencias al permitir que sigan funcionando las mineras y que aquellas empresas que ya no operan en el páramo hayan dejado pasivos ambientales irreversibles que destruyen la biodiversidad de estos ecosistemas estratégicos”, afirmó Silvia Gómez, coordinadora de Greenpeace en Colombia.
La organización documentó la existencia del funcionamiento ilegal de minería y también los daños en el ambiente, como la muerte de frailejones por aguas ácidas de bocaminas, deslizamientos de tierra por la construcción de túneles y contaminación inminente de fuentes hídricas que nacen en el páramo.
La sentencia de la Corte dispuso la prohibición de minería con el objetivo de proteger los páramos de Colombia. Sin embargo, Greenpeace afirmó en el páramo de Pisba se siguen destruyendo estos ecosistemas, fuente del 70 % del agua que consumen los colombianos.
En la actualidad la Corporación Autónoma de Boyacá (Corpoboyaca), reconoció que aún existen 70 licencias ambientales vigentes en el páramo de Pisba.
“Es obligación de estas entidades hacer cumplir las disposiciones de la sentencia. La minería en zona de páramos está prohibida y todas las empresas deben salir inmediatamente y reparar los pasivos ambientales que dejaron”, puntualizó Gómez.