La Fiscalía General de la Nación informó este miércoles que el mayordomo Gustavo Enrique Bejarano Romero aceptó su responsabilidad en las actividades ilícitas que se realizaban en una finca ubicada en Guasca, Cundinamarca, que está asociada al exembajador Fernando Sanclemente.
El ente investigador detalló que una juez especializada de Cundinamarca condenó a Bejarano Romero a 10 años y 10 meses de prisión, y lo declaró responsable de los delitos de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes; tráfico de sustancias para el procesamiento de narcóticos, y concierto para delinquir.
“El 12 de febrero de 2020, unidades de la Policía Nacional llegaron al inmueble y en una zona boscosa encontraron tres construcciones rústicas, las cuales estaban dotadas de maquinaria e insumos, y conformaban un laboratorio para el procesamiento de clorhidrato de cocaína. Precisamente, en el operativo se incautaron algo más de nueve kilogramos del narcótico”, expuso la Fiscalía.
En ese sentido, se aclaró que el fallo dispone que el sentenciado deberá pagar una multa de 4.184 salarios mínimos legales vigentes, y cumplir una inhabilidad de 130 meses para ejercer derechos y funciones públicas.
La Fiscalía agregó que logró la condena tras demostrar que el entonces mayordomo permitió el montaje del laboratorio; facilitó el ingreso y alojamiento de personas dedicadas a producir la cocaína, y trasladó hombres señalados de mover los insumos o prestar vigilancia al lugar para alertar sobre la presencia de las autoridades.
Tras lograr un preacuerdo con las autoridades y por disposición de la juez, Gustavo Enrique Bejarano Romero permanecerá en la cárcel La Modelo de Bogotá.
Desde finales de 2021, el exembajador Sanclemente quedó formalmente imputado por el caso de la narcofinca de su familia en la que había un laboratorio para el procesamiento de cocaína. En ese terreno, ubicado en Guasca, Cundinamarca, las autoridades hallaron en febrero de 2020 seis toneladas de insumos y 9.453 gramos de cocaína y pasta base de coca.
Según el ente acusador, el cuestionado exembajador le ordenó a varios de los trabajadores de las fincas quemar todos los inmuebles y enseres de Martínez y su familia. Y, “al destruirse los elementos por orden suya se ha generado, frente a la colaboración de Martínez, ausencia de elementos de colaboración”, dijo el fiscal del caso.
