María Clotilde Franco Moya demostró que no hay edad para cumplir los sueños. Tras varios esfuerzos por estudiar, logró graduarse como bachiller a sus 84 años, haciendo que el auditorio explotara en aplausos cuando recibió su diploma.
El colegio Andrés Bello de Manizales tuvo el honor de vivir una de esas historias de superación en donde las personas buscan romper con la cotidianidad y alcanzar sus metas sin importar lo difícil que estas parezcan, pues fue de esta institución donde salió, quizás, una de las bachilleres más longevas del país.
Se trata de “la rebelde” María Clotilde Franco Moya, una mujer que a sus 84 años recibió el diploma de bachiller, tras completar todos sus estudios durante 7 años, pues apenas a sus 77 aprendió a leer y escribir.
Lea también: El 66% de colegios públicos de Medellín tuvo mejores resultados en las Pruebas Saber 11: estos son los 10 mejores
Gracias a esto, Clotilde decidió inscribirse en un colegio, pues según le contó ella a Noticias Caracol, debido a circunstancias de la vida no había podido pisar un aula de clase. “Yo misma me matriculé, tenía ganas de estudiar y me metí”, confesó la graduada.
Clotilde es “la niña” de la familia, pues de 13 hermanos, solo le queda su hermana Elvia, quien tiene 92 años y siempre ha estado junto a ella, pues de las 7 mujeres que conformaban la familia, ninguna se casó.
De los 7 años en los que estuvo en la escuela, cuatro los dedicó a estudiar la primaria y tres a terminar el bachillerato. “Cumplí un sueño, pero tengo tristeza por dejar el colegio, quisiera seguir yendo, así sea a saludar. Nunca llegué tarde y nunca falté. Entraba a las 7:30 de la mañana y me levantaba desde las 4:30 a.m. para tener buen tiempo, era como mi otra casa, no sé qué voy a hacer”, le dijo la mujer al diario La Patria en medio de algunas lágrimas.
Su materia favorita fue Lenguaje, pues es la que permite contar historias, por otra parte, ella reconoció que las matemáticas le dieron mucha dificultad. Sin embargo, el pasado viernes, 29 de noviembre, recibió su título de bachiller en el salón Picasso del Hotel Carretero, generando la admiración de sus compañeros, con quienes, según cuentan los profesores, nunca se sintió discriminada y al contrario, era una más entre los jóvenes.