Cada vez son más fuertes los vientos de cambio en el gabinete del presidente Iván Duque. Aunque desde hace meses sonaban, ya comenzaron a materializarse como un esfuerzo del Gobierno para conseguir el apoyo necesario en el Congreso para tramitar proyectos como la reforma pensional, la reforma a la justicia y la reforma laboral, que serán claves durante el periodo legislativo. No obstante, los partidos esperan aún ser tenidos en cuenta.
Con la salida de Francisco Barbosa, elegido fiscal la semana pasada, Duque hizo realidad el rumor de la salida de Nancy Patricia Gutiérrez del Ministerio de Interior. A partir del 15 de febrero, Gutiérrez ocupará el cargo de Barbosa. Como en una partida de ajedrez, al Mininterior llegará Alicia Arango, actual ministra de Trabajo.
Carlos Andrés Arias, gerente de la firma Estrategia & Poder y docente universitario, dice que hay tres explicaciones que permiten entender las razones detrás de la forma en la que el presidente Duque reorganiza su equipo de trabajo. La primera, que desea rodearse de su círculo de confianza. La segunda, que busca estar cerca del Centro Democrático. Y la tercera razón, a su juicio, es que Duque “no gobierna con autonomía y autoridad”.
Y hay otra arista. Una fuente cercana al presidente, que prefiere no ser nombrada, agrega un cuarto punto: su inexperiencia política evitó que Duque ampliara su círculo de confianza antes de llegar a la Presidencia:
“Por haber estado un tiempo afuera y no haber crecido en política, Duque no creó un círculo social alrededor suyo. Todos los ministros de Andrés Pastrana eran sus amigos. Juan Manuel Santos tenía ministros que él conocía o que fueron jugadas políticas”.
Desde el Centro Democrático defienden las decisiones más recientes. En ese sentido la senadora María Fernanda Cabal resaltó, la llegada de Arango al Ministerio de Interior no solo por su experiencia, sino también por ser representativa del Centro Democrático.
Por otro lado, Juan Sebastián Delgado, analista político, señala que, para darle una vuelta a la situación, Duque debería “tener una interlocución directa con diferentes partidos. Y debe aliarse con liderazgos locales, pues el nacional lo ha ido perdiendo”. Lo que es complementado por Carlos Andrés Arias cuando afirma: “Duque debe gobernar para todo el país”.