La comunidad del corregimiento Termales, municipio de Nuquí, Chocó, sostuvo durante dos días una protesta en el aeropuerto local para llamar la atención del Gobierno Nacional ante la crisis que atraviesan por un socavón que amenaza con llevarse sus casas.
El pasado lunes, los residentes se tomaron la pista de la terminal aérea, interrumpiendo la llegada y salida de vuelos. Exigían la presencia de la gobernadora del Chocó y de funcionarios de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo, demandando soluciones urgentes para evitar el desplazamiento forzado por este fenómeno natural.
Finalmente, en la noche del martes, la gobernadora del departamento, Nubia Córdoba, llegó al lugar de la protesta, atendió los reclamos de los ciudadanos, y tras varias horas de diálogo, estableció compromisos que permitieron el cese del bloqueo de la pista del Aeropuerto Reyes Murillo.
“Se ha constituido una asamblea permanente para facilitar el acceso de todas las instituciones pertinentes y permitir que se desarrollen acciones de atención y mitigación desde hoy y hasta el próximo sábado. Tendremos una mesa de trabajo conjunta con las entidades que la comunidad ha solicitado para atender de manera integral y urgente las necesidades generadas por esta situación de riesgo de desastres,” expresó la mandataria.
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En el corregimiento de Termales, desde hace tres meses, el desbordamiento de dos ríos ha provocado un gran socavón que ya ha destruido tres casas, bares, cabañas turísticas, y ahora amenaza con arrasar la iglesia, un jardín infantil y otras cuatro viviendas. Los cerca de 500 habitantes de este destino turístico claman por una intervención urgente para evitar que la fuerza del agua siga devorando su comunidad.
Por su parte, el alcalde de Nuquí, Rubén Pardo, criticó que, ante el riesgo advertido, la Ungrd aún no se ha reportado con propuestas para atender la erosión costera.
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“Son excusas tras excusas, que tenía que mandar la Gobernación un documento amparado en el decreto de declaratoria de calamidad del departamento solicitando maquinaria amarilla y un mes después dicen que no es la Gobernación, sino el Municipio; lo enviamos y hoy nos dicen que no han conseguido oferentes para contratar el servicio que se necesita”, apunta.
Cada año, Termales recibe cientos de turistas durante la temporada de ballenas y tortugas. Sin embargo, a pesar de su riqueza natural y biodiversidad, la pequeña comunidad denuncia haber sido abandonada a su suerte.