Dos días completos, por orden del presidente Gustavo Petro, lleva el gabinete en pleno reunido en el Centro de Estudios Superiores de la Policía (Cespo) en Bogotá —aunque se barajó Cartagena o Paipa como sede– para fijar las prioridades del Gobierno en 2025, según la versión oficial. Pero no es el único objetivo.
El encuentro, celebrado este 13 y 14 de enero y que continuará este miércoles en la Casa de Nariño, ha servido para que el Gobierno decante sus apuestas de cara a los 19 meses que le quedan a Petro en el poder. Sin embargo, todavía no hay noticias sobre lo que la opinión pública esperaba conocer: el tan sonado remezón del gabinete en el año preelectoral.
Uno a uno llegaron ministros, directores de entidades, consejeros y todo tipo de asesores. Sobre el mantel blanco de las mesas había montañas de carpetas, documentos, tintos en vasos desechables y computadores como si se tratara de un examen final. Según le dijo a este diario un funcionario con asiento en el encuentro, el presidente Petro quería evaluar ya no solo a los funcionarios salientes que serán precandidatos a la Presidencia o al Congreso sino a otros cuya gestión no sería la mejor a los ojos del mandatario.
Sin embargo, Laura Sarabia, la mano derecha del presidente, sentada a su izquierda durante ambas jornadas, descartó que el evento fuera para anunciar el remezón: “Cualquier decisión de cambio de gabinete o de ajustes en los ministerios y direcciones es competencia exclusiva del presidente Gustavo Petro y no se aborda en el gabinete”, dijo en la noche del lunes haciendo las veces de vocera del Gobierno acompañada de tres ministros.
Entre ellos, Diego Guevara de Hacienda que recogió las palabras de Sarabia diciendo que la prioridad para el presidente Petro es la ejecución y el recorte de gastos en el Estado. Por eso, el ministro anunció que se cancela la visita del jefe de Estado a Suiza para el Foro Económico Mundial que será a finales de este mes y que Colombia asistirá virtualmente como parte de un proyecto de decreto titulado “plan de austeridad”.
”Como Gobierno Nacional hemos tenido un 2024 con estrechez fiscal, sin embargo, hemos sido rigurosos en el cumplimiento de la regla. La regla fiscal de 2024 se va a cumplir. Para sostener esa senda y ese horizonte de sostenibilidad fiscal necesitamos un esfuerzo de austeridad y parsimonia en las diferentes entidades, tratando de medir de una manera muy juiciosa los gastos en viáticos, los gastos en contratistas. Creo que eso es una gran señal”, dijo Guevara.
En la noche del martes, salieron a dar declaraciones a los medios la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, el director del Departamento Nacional de Planeación, Alexander López y el ministro de Educación, Daniel Rojas. Los funcionarios anunciaron que el cónclave continuará este miércoles en Palacio y será el propio presidente Petro quien exponga las conclusiones luego de que evacúen los sectores de Salud, Minas, Energía y la política de “paz total”, que son los que faltan.
Además, argumentando que el Congreso hundió la “ley de financiamiento” el año pasado, señalaron que “está listo” el proyecto de recortes que implicaría reducir hasta el 25% del presupuesto de cada entidad dependiendo del sector. A través de ese decreto se definirá de qué manera el Gobierno logrará reunir $12 billones para tapar el hueco del Presupuesto General.
“Estos recursos no tocan en concreto los derechos de nuestro pueblo. Ha sido un ejercicio complejo, difícil, pero no será, como lo dijo nuestro presidente, el pueblo el que pague las decisiones arbitrarias e injustas que se tomaron en su momento en el Congreso”, dijo López.
La ministra Ramírez anunció que el Gobierno insistirá en la aprobación de la reforma laboral en el Congreso y en el cumplimiento de la reforma pensional que entrará a regir a partir del próximo julio.
Noticia sobre escándalo en la UNGRD cayó en medio del cónclave
Durante ambos días, y en las propias fotos que publicó Casa de Nariño, el presidente Petro casi siempre aparece viendo su celular mientras algún funcionario habla. Los 20 tuits que publicó en las últimas horas, de todos modos, son una cifra menor a un día normal.
Sarabia, que tomaba nota de lo que cada funcionario decía, tuvo que sacar el celular también en la tarde del martes y leer la noticia de que a Jaime Ramírez Cobo, asesor de Presidencia y padrino de su matrimonio, la Fiscalía lo citó a declarar por estar involucrado presuntamente en el escándalo de corrupción en la Unidad para la Gestión del Riesgo (UNGRD) que más ha sacudido a este Gobierno.
También ha cobrado la salida de altos exfuncionarios que habrían estado sentados en el cónclave como los exministros Ricardo Bonilla y Luis Fernando Velasco o el exdirector de Inteligencia, Carlos Ramón González. Y por supuesto, a Olmedo López, el exdirector de la UNGRD que se ha declarado culpable.
De igual manera, el ente acusador citó a Andrea Ramírez, exasesora del Ministerio de Hacienda, para que rinda su versión de los hechos en diligencia de interrogatorio. Además, se abrió una investigación al esposo de la congresista Karen Manrique, Gustavo González Ruiz.
¿Qué sigue?
Pero, ¿qué tan eficientes son esos encuentros de Gobierno? EL COLOMBIANO consultó al politólogo Carlos Prieto, profesor de la Universidad Javeriana, quien señala que “Petro no es el primero ni será el último que haga ese tipo de reuniones que han trascendido como los famosos ‘retiros espirituales’. Pueden servir para determinar una estrategia para lo que queda del Gobierno para este año que ya es preelectoral y el próximo que es el último y donde se podrían radicalizar algunas políticas del presidente”.
Lo cierto es que entre los funcionarios que saldrían del Gobierno en los próximos días o semanas están los ministros Luis Gilberto Murillo (Cancillería), Susana Muhamad (Ambiente), Andrés Camacho (Minas), Juan Fernando Cristo (Interior), Gustavo Bolívar (DPS), Guillermo Alfonso Jaramillo (Salud) y embajadores como Roy Barreras (Reino Unido), Guillermo Rivera (Brasil), Camilo Romero (Argentina), León Fredy Muñoz (Nicaragua) y Guillermo Reyes (Suecia).
El presidente Petro sabe que el tiempo que le queda de mandato es fundamental para convertir sus políticas en logros palpables y que su fuerza política pueda competir en las presidenciales y volver a sacar una lista abultada de congresistas. Su estrategia, asesorada por figuras como Gustavo Bolívar, director del DPS y Alexander López, director del DNP, será mejorar la comunicación gubernamental y acelerar la ejecución de proyectos. Aún así, el reloj no para de avanzar y su legado puede depender de las decisiones que tome en estos últimos meses hasta que deje el poder en agosto de 2026.