“Esta cárcel tiene un movimiento muy pesado. Por estar en Bogotá, sirve para descongestionar de presos a las estaciones de Policía y las Unidades de Reacción Inmediata de la Fiscalía. Es una población difícil, llegan habitantes de calle, drogadictos y personas muy agresivas”, explicó a EL COLOMBIANO Óscar Tovar, quien renunció a la subdirección de La Modelo cuando se conoció el crimen de Élmer Fernández.
Además de la delincuencia común, a esta prisión llegan reos de las regiones cuyos procesos están relacionados con su afiliación a grupos o bandas criminales.
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Es que ese penal ha sido el escenario de masacres, motines, torturas y distintas violaciones a los derechos humanos, que aquí contamos:
24 muertos en intento de fuga
Disparos a quemarropa, excesos en el uso de la fuerza, actos contra la dignidad de los presos y hasta ejecuciones extrajudiciales son los hechos que han rodeado la peor matanza dentro de un penal en la historia de Colombia.
La masacre se registró en la noche del 21 de marzo de 2020. En medio de la pandemia del covid-19, los presos de La Modelo iniciaron una protesta en la que pedían medidas de protección ante el entonces desconocido virus.
La manifestación terminó en un intento de fuga –que se prolongó por 8 horas– y en el que murieron 24 personas y otras 90 resultaron heridas.
Los reos, incluso, alcanzaron a compartir videos en directo sobre la situación al interior del penal.
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La Dirección Especializada de la Fiscalía contra las Violaciones a los Derechos asumió la investigación y encontró que 23 de los 24 presos muertos fueron ultimados con armas de fuego.
Además, detalló que algunos presos fueron sometidos a torturas. Los obligaron a desnudarse y algunos fueron llevados hasta celdas de aislamiento donde los habrían golpeado sin derecho a recibir atención médica. Hasta ahora no hay condenas por este caso.
Fosas comunes en La Modelo
El penal también fue el escenario de la disputa entre paramilitares y guerrilleros. En medio de ese conflicto, las autoridades se corrompieron y terminaron por aceptar sobornos a cambio de su silencio ante las desapariciones forzadas y crímenes que ocurrían allí.
Ese es uno de los casos que investiga la Jurisdicción Especial de Paz (JEP) tras aceptar a William Gacharná Castro, exdirector de La Modelo (1999-2003). El hombre ya reconoció su complicidad con los paramilitares.
En enero de este año, el exfuncionario acudió a la JEP y relató que al interior de La Modelo ocurrieron desapariciones forzadas y se construyeron fosas comunes.
El 2 de julio de 2001 los paramilitares, ubicados en el ala sur, lanzaron un ataque contra los detenidos de las guerrillas (ELN y Farc) que estaban en el ala Norte. La confrontación se prolongó hasta la madrugada del 3 de julio y dejó diez personas muertas y un número indeterminado de desaparecidos.
Guacharná le narró a la JEP que los cuerpos eran sumergidos en ácido clorhídrico y eran cocinados en las ollas del rancho del penal hasta que se deshicieran por completo.
El exfuncionario reconoció que muchas veces se enteró de las desapariciones y de las torturas, pero que siempre omitía ordenar investigaciones.
El caso por la aparente complicidad del Estado con esta masacre, hasta ahora permanece impune. El entonces procurador Edgardo Maya Villazón absolvió a todos los funcionarios del Inpec que habían sido sancionados en primera instancia por este caso.
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El caso Jineth Bedoya
A la periodista la habían convocado el 25 de mayo del 2000 para que entrevistar al paramilitar alias “El Panadero”. A pesar de que tenía todos los permisos para ingresar fue sospechosamente demorada en la entrada y, cuando logró ingresar fue secuestrada, torturada y violentada sexualmente en presencia de guardianes del Inpec y policías.
“La razón aparente de estos hechos, fue la publicación de varios informes que daban cuenta de los hechos delincuenciales en las cárceles colombianas, dejando en evidencia la complicidad de parte de las autoridades y los funcionarios de las cárceles”, se lee en un informe de la Comisión de la Verdad.
En este caso, la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado colombiano por su responsabilidad en la violación de los derechos de la periodista.
Justo antes de que asesinaran al director Fernández, trabajaba junto a la periodista Bedoya en un mural artístico que buscaba honrar a las víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado.
“Yo no sería capaz de hacer una obra así, pero me siento parte de esto y va a ser histórico. Nos vamos a lucir”, fue lo que alcanzó a decir el director asesinado sobre el mural para las víctimas.
El director había denunciado las amenazas en su contra y el Estado no lo acompañó.
Cinco funcionarios del inpec asesinados
La banda de La Inmaculada es la principal sospechosa en la muerte del funcionario. Desde febrero de este año habían decretado un plan pistola con el que amenazaron a todos lo funcionarios penitenciarios.
“Hacemos un llamado a la Unidad Nacional de Protección, a la Policía, a los gobernadores y alcaldes para que nos presten atención”, señaló Óscar Robayo, presidente de la Unión de Trabajadores Penitenciarios en diálogo con EL COLOMBIANO.Alias “Pedro Pluma”, el principal sospechoso ya fue trasladado de penal. En lo que va del año han sido asesinados cinco funcionarios penitenciarios en el país.
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