Se podría decir que todo el mundo está expectante por la vacuna contra la covid-19, pero mientras esa solución llega, los esquemas de inmunización no se están completando.
La advertencia ya la había hecho en junio pasado la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica (Slipe) y la revalidó este mes, al señalar que actualmente se registra una caída de hasta el 25 % en las coberturas de vacunación en casi todas las regiones del mundo, incluyendo los países de América Latina.
“La interrupción en la prestación de los servicios de vacunación es una señal de alerta para los países de la región”, señaló Pío López, presidente de la Junta Directiva de Slipe en la publicación de la Sociedad, al mencionar que este escenario plantea algunos riesgos para la salud pública en torno a un incremento en las “tasas de morbilidad, mortalidad y requerimiento de atención médica que los servicios de salud latinoamericanos están experimentando”.
Este fenómeno tiene una relación directa con la pandemia del coronavirus, pues por las restricciones de movilidad, principalmente, la Slipe señaló que se redujo la vacunación infantil “especialmente en los menores de dos años, período en el cual la adecuada administración de las vacunas en concordancia con el calendario establecido previene enfermedades graves que deterioran la salud de por vida”.
Implicaciones
Frente a este panorama, el exministro de Salud Jaime Arias planteó que esta reducción es preocupante, pues de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el nivel de cobertura debe mantenerse entre 80 % y 90 %.
“La vacunación de niños y mayores es una actividad permanente. Muchas vacunas deben repetirse anualmente”, agregó Arias, quien destacó que esa reducción expuesta por la Slipe, “es grave porque se pierde el control de las enfermedades”.
En este punto, Mónica Trujillo, pediatra infectóloga del hospital Pablo Tobón Uribe y de la Clínica Universitaria Bolivariana, resaltó que las medidas restrictivas de movilidad y el temor de las personas a contagiarse de coronavirus, evitó que los ciudadanos cumplieran con esta cita. “Aunque las EPS han intentado hacerlo a domicilio, no se han tenido los resultados esperados” (ver Radiografía).
Por otra parte, Carlos Torres, pediatra infectólogo y profesor de la Universidad de El Bosque, indicó que es necesario mantener los servicios de inmunización y la tarea está en que “cada país debe hacer su evaluación de riesgo individual basado en la dinámica local de transmisión, las características del sistema de salud e inmunización y epidemiología actual de las enfermedades prevenibles por vacunas (EPV)”.
Tanto Torres como Trujillo sostuvieron que es necesario comprometer a la comunidad con la inmunización, visibilizando el poder de las vacunas, no solo para protegerse de enfermedades sino para aportar a los sistemas de salud, pues entre menos enfermedades se registren, los sistemas serán más eficientes.
Sobre los riesgos, Trujillo destacó que al reducir la cobertura de los esquemas de vacunación, pueden reaparecer enfermedades como el sarampión, la rubéola, el tétanos neonatal, la polio, la influenza, el neumococo, el meningococo, la fiebre amarilla y la difteria que, por ejemplo en Colombia, están controladas.
Sin embargo, la Slipe recordó que países como Brasil, Argentina, Chile y Colombia han experimentado algunos brotes en los últimos dos años, principalmente por la migración venezolana, pues en ese país los esquemas de vacunación son deficitarios.
Incluso, durante 2018 Colombia registró un brote de sarampión por casos importados, que finalmente fue controlado a través de vacunación y la puesta en marcha de cercos epidemiológicos que permitieron ubicar los contactos estrechos de las personas que tuvieron la enfermedad.
¿Qué se ha hecho?
En el caso de Colombia, el viceministro de Salud, Luis Alexander Moscoso, manifestó en un comunicado que se intensificarán las acciones de vacunación.
Esta labor se realizará en lo que queda del año, con el objetivo de recuperar los días de cuarentena y poner “al día” los esquemas de vacunación en la población que aún está pendiente por recibir los biológicos. “Es importante recordar que estos servicios de vacunación se deben articular con otros programas de promoción de la salud y prevención de la enfermedad, manteniendo las medidas higiénico-sanitarias, establecidas para la prevención del contagio por el covid-19, como son el distanciamiento físico, el uso de elementos de protección personal y el lavado de manos, entre otras”, manifestó.
De igual manera, el viceministro resaltó que Colombia ha mantenido los servicios de vacunación abiertos durante la pandemia, aunque se reforzará la prestación del servicio, para evitar el riesgo de reaparición de enfermedades que ya están controladas, como lo planteó la Slipe.