Una noche de tensión se vivió en el edificio Río Porto, ubicado en la calle 64 del barrio El Recreo, en Montería, cuando Samuel Riaño Mendoza, un joven de 16 años, cayó desde el cuarto piso de su residencia. Afortunadamente, el adolescente aterrizó en el balcón del tercer piso, evitando una tragedia mayor.
Sin embargo, el incidente no ha hecho más que complicar la ya delicada situación legal en la que se encuentra el menor, quien es investigado por un accidente de tránsito ocurrido el 7 de enero de 2025, en el que atropelló a una mujer y a su mascota.
Según los reportes preliminares, Riaño Mendoza sufrió una fractura en una de sus piernas y presentó golpes en otras partes del cuerpo tras la caída. Fue auxiliado de inmediato por familiares y vecinos, quienes lo trasladaron a la Clínica Traumas y Fractura de Montería, donde recibió atención médica. Aunque su estado no reviste gravedad, las autoridades mantienen custodia sobre el joven mientras investigan las circunstancias de su caída.
No está claro si el incidente fue un accidente, pero sigue enfrentando las responsabilidades legales por el atropello a Ingrid Johana Arroyo Jiménez, una odontóloga y exsecretaria del Sisbén, quien resultó gravemente herida en el accidente de tránsito ocurrido a principios de mes.
El 7 de enero de 2025, Samuel Riaño Mendoza, quien conducía una lujosa camioneta blanca, atropelló y mató a la mascota de Arroyo Jiménez. Según testigos, la mujer intentó reclamarle al joven, pero este la embistió con el vehículo, dejándola con lesiones graves, entre ellas una fractura de pelvis. Arroyo Jiménez fue trasladada a la Clínica Country de Bogotá, donde fue sometida a una cirugía reconstructiva.
El abogado penalista Luis Gustavo Moreno, representante de la víctima, calificó el acto como un intento de homicidio y exigió que el joven enfrente cargos por tentativa de homicidio en concurso aparente con lesiones personales agravadas. En un comunicado difundido en su cuenta de X, Moreno afirmó que el actuar del joven demuestra “sevicia” y un “desprecio por bienes jurídicos fundamentales como la vida de los demás”.
La investigación del accidente se ha visto entorpecida por la posible alteración de las grabaciones de las cámaras de seguridad de dos edificios cercanos al lugar del hecho. Las autoridades descubrieron que los videos solo muestran el antes y el después del recorrido de la camioneta, omitiendo el momento exacto del impacto.
Hasta el momento, solo se han difundido en redes sociales fragmentos parciales que muestran un giro del vehículo minutos antes del atropello y las imágenes del auxilio brindado por familiares de Arroyo tras el accidente. Este hecho ha generado dudas sobre la transparencia del proceso y ha llevado a cuestionamientos sobre la libertad del joven implicado.
Mónica Arroyo, hermana de la víctima, aseguró que el joven, pese a su corta edad, ya es conocido por su comportamiento agresivo. “Incluso se descubrió que, tras el accidente, estuvo de fiesta, como si nada hubiera pasado”, declaró a La FM. Estas afirmaciones han aumentado la presión sobre las autoridades para que se haga justicia en el caso.
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Mientras tanto, las autoridades continúan investigando tanto el accidente de tránsito como la caída del joven desde el cuarto piso. Se espera que en los próximos días se esclarezcan las circunstancias de ambos hechos y se determine si hubo negligencia, intencionalidad o manipulación de pruebas en alguno de los casos.
