Las asperezas entre Israel y la ONU están llegando a niveles preocupantes. Este miércoles por la mañana, la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para Líbano (Finul) denunció que un tanque israelí disparó contra una de sus torres de vigilancia, ubicada en Líbano.
El ataque destruyó las cámaras de seguridad y ocasionó daños a la estructura. Lo más preocupante es que la misión de paz calificó el incidente como un ataque “aparentemente deliberado”.
“Una vez más vemos fuego directo y aparentemente deliberado contra una posición de la Finul”, denunció la misión de la ONU en un comunicado publicado en redes sociales.
Además, la organización le recordó al ejército israelí su obligación de garantizar la seguridad del personal y bienes de las Naciones Unidas, y de respetar la inviolabilidad de sus instalaciones en todo momento.
Este no es el primer incidente reciente entre las fuerzas israelíes y los cascos azules. Pues el 11 de octubre y el pasado domingo, la misión de paz denunció otra agresión cuando tres pelotones del ejército israelí atravesaron la Línea Azul, e irrumpieron en una de las bases de la ONU en Ramya.
Según el informe de la ONU, en la madrugada del domingo, dos tanques israelíes destruyeron la puerta principal de la base de Ramya y forzaron su entrada, exigiendo que se apagaran las luces del complejo.
El ambiente parece tenso entre la ONU e Israel, pues además de los ataques en los que han resultado heridos los miembros de la Finul, el presidente israelí Benjamin Netanyahu afirmó recientemente que la creación del Estado de Israel no se debió a las Naciones Unidas, sino a la guerra que “sus soldados ganaron”.
Con los hechos de los últimos días, se elevó a cinco el número de cascos azules heridos en los últimos, todos en acciones que se atribuyen a Israel.
Para sumar tensión a la situación, Netanyahu solicitó a las Naciones Unidas que evacúe a las tropas de la Finul de las zonas de combate en Líbano, señalando que su presencia en el área podría poner en riesgo su seguridad.
No obstante, la ONU dejo claro que cualquier ataque deliberado contra sus fuerzas es una violación grave del derecho internacional humanitario y de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU.
