La investigación de la muerte de cinco niños indígenas en el Cesar, que en principio fue atribuida a una intoxicación accidental con un fruto silvestre, podría dar un giro. El caso ocurrió este fin de semana en el municipio de Agustín Codazzi y las víctimas, de tres a 15 años de edad, eran indígenas de la etnia yukpa, pertenecientes a la misma familia.
El secretario de Salud de Cesar, Juan Carlos Mindiola, indicó que tres de ellos fallecieron en su casa, en un sector rural de la serranía del Perijá, donde queda el resguardo Iroka, mientras que dos alcanzaron a ser llevados a un centro médico y allí perecieron.
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La primera hipótesis del hecho fue que consumieron semillas de corozo, que podrían ser tóxicas. También se ha especulado que de forma accidental ingirieron veneno para ratas.
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Sin embargo, Edward Álvarez, representante del pueblo yukpa, cree que detrás de este hecho hay manos criminales. “Su padre había ido a culto, pero cuando regresó a la 1: 00 de la tarde del día domingo, encontró los tres niños muertos dispersos, cosa que nos preocupa más, la niña tenía una herida en la cabeza y su vestido estaba rasgado”, dijo en una entrevista en Blu Radio.
Recalcó que a los menores se les enseña a distinguir desde temprana edad cuáles frutos silvestres son comestibles y cuáles son tóxicos, por lo que se le hace raro que hayan muerto por un error accidental.
El Instituto de Bienestar Familiar (ICBF) fue más allá y trinó el lunes en su cuenta oficial de X: “Condenamos el asesinato de los cinco niños de la comunidad indígena Yupka, de entre 3 y 15 años, del resguardo de Iroka, en San Agustín Codazzi, Cesar. Nos solidarizamos con la familia y la comunidad en su dolor y exigimos una pronta investigación para esclarecer los hechos”.
Este martes la entidad publicó un nuevo trino, pero ya sin la palabra “asesinato” en el texto: “Repudiamos la muerte de cinco niños indígenas Yukpa, pertenecientes al resguardo de Iroka, en circunstancias que son materia de investigación”.
Las autoridades informaron que Medicina Legal hará necropsias a los cadáveres para establecer la causa certera de sus muertes, al tiempo que el Instituto Nacional de Salud analizará muestras de fluidos para determinar qué sustancia habrían ingerido.
El defensor del Pueblo, Carlos Camargo, exigió celeridad en las investigaciones y recordó que los yukpa son “uno de los últimos pueblos nómadas, seminómadas y agricultores itinerantes” y que “ha sido declarado en riesgo de exterminio físico y cultural por la Corte Constitucional, por lo cual es imperativo velar por su protección”.