El Parque Nacional en Bogotá volvió a convertirse en el albergue de los indígenas de la comunidad Embera que retornaron a la capital para asentarse y pedir garantías de respeto a los acuerdos al gobierno nacional y distrital. Protestas, trancones y algunos desmanes son los hechos que han rodeado el regreso de esta comunidad a la capital.
“Hoy somos 495 personas las que estamos en el Parque Nacional. La gente está llegando acá por los incumplimientos del Estado a las familias que ya habían retornado a sus territorios natales. Por eso la gente decidió devolverse”, señaló Miguel Sintua, líder de la comunidad Embera a la W Radio.
En el lugar se contabilizan al menos 110 carpas que sirven de resguardo para los indígenas. De acuerdo con las comunidades, el gobierno les ha incumplido promesas de acceso a vivienda digna y a servicios básicos. Piden un diálogo directo con la Unidad de Víctimas y el Ministerio del Interior.
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De hecho, en la tarde de este 16 de enero, los indígenas Embera intentaron ingresar por la fuerza a la alcaldía de Bogotá para exigirle al alcalde Carlos Fernando Galán que acoja los acuerdos que la comunidad había alcanzado con la administración anterior. Las protestas también se han replicado sobre las avenidas de la capital, generando, de ese modo, congestión vehicular.