Adriana Martínez Dogirama, una mujer indígena emberá, presentó una demanda contra el Banco de la República, alegando que su rostro fue utilizado sin su consentimiento en el billete de $10.000 que circuló entre 1992 y 1994.
En la acción legal, Martínez reclama una indemnización de aproximadamente 700 millones de pesos por los daños patrimoniales y morales que, según ella, ha sufrido durante más de 30 años.
Según la demanda, la imagen utilizada en el billete habría sido tomada en 1987, cuando Martínez era una niña, y se habría empleado sin su autorización para el diseño del papel moneda que conmemoraba los 500 años de la llegada de los españoles a América.
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Antes de este billete, los rostros que aparecían en las piezas correspondían principalmente a líderes políticos, militares y próceres de la Independencia, como Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander, Antonio Nariño y Policarpa Salavarrieta.
Su equipo legal sostiene que esta supuesta omisión constituye una vulneración de sus derechos y que el uso de su imagen le ha generado consecuencias negativas a lo largo del tiempo.
“El Banco de la República causó un agravio injustificado a mi demandante y a su familia, en tanto que utilizó sin su consentimiento y violando los derechos la imagen tomada en el año de 1987, cuando apenas era una niña”, señala la demanda.
Martínez también afirma que, debido a la aparición de su rostro en el billete, ha sido objeto de burlas y rechazo dentro de su comunidad. En la demanda se menciona que la han apodado “billete de diez mil” y que algunos miembros de su pueblo la han acusado de “vender” su identidad cultural.
“Le reclamaban que había vendido sus usos, cultura e identidad. Otros sobreponían el apodo de ‘billete de diez mil’ sobre su nombre, hecho que la marcó a ella y a su familia psicológicamente”, dice el texto.
“Durante 30 años, Adriana Martínez ha sido objeto de burlas, chistes ofensivos y, en algunos casos, bullying por parte de miembros de su comunidad”, detalla la denuncia.
La versión del Banco de la República
Ante la controversia, el Banco de la República ya había negado que el rostro del billete corresponda a una persona en particular, cuando estalló la controversia a finales de 2024. En un comunicado, la entidad explicó que el diseño fue creado para representar de manera general a la comunidad emberá y no se basó en una fotografía específica.
“El dibujo de una mujer emberá que se observa en el billete es una obra original en sí misma que se inspiró en rasgos generales de las mujeres de esta comunidad. Se compone de elementos propios de esta cultura, como lo es la pintura facial, la cual generalmente ocupa la mitad inferior de la cara, desde el labio superior hacia abajo, y otros símbolos propios de la comunidad, como el collar y los aretes”, había indicado la entidad el pasado mes de septiembre.
Sin embargo, Martínez mantiene su reclamo y busca que se reconozca el presunto perjuicio que le habría causado la difusión de su imagen sin autorización. Su equipo legal insiste en que el Banco de la República debe responder por los “daños patrimoniales y extrapatrimoniales” ocasionados.
Según el relato de la mujer, descubrió que su imagen habría sido utilizada en el billete mientras su hija veía la serie El robo del siglo en Netflix, una producción que narra el asalto a la sede del Banco de la República en Valledupar en 1994.
En una de las escenas, apareció el billete de $10.000 y fue su hija quien notó el parecido con su rostro.
Sería entonces el primero en su denominación con la imagen de una mujer emberá, ya que los otros ejemplares tenían como rostros a los héroes de la Independencia de Colombia.
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