Los senadores Humberto de la Calle, de 66 años, y Rodolfo Hernández, de 77, sorprendieron este martes al Congreso y, esta vez, no fue por su oratoria. Mientras el primero tuvo que ser sacado en silla de ruedas tras desplomarse en la plenaria, el segundo llegó con un ojo morado.
La primera noticia en conocerse fue la de un supuesto mareo de De la Calle, que derivó en un desmayo en plena Capitolio. De inmediato, vídeos e imágenes de los auxilios al senador se empezaron a moverse en redes; en uno, incluso, se ve cómo Roy Barreras, presidente del Senado y médico de profesión, llega a atenderlo.
Tras ese primer apoyo, llegó el equipo de salud del Senado que lo trasladó en silla de ruedas hacia un centro asistencial.
Desde allí, De la Calle trinó que está bien y que se someterá a exámenes de rutina para descartar alguna enfermedad.
“Agradezco todos los mensajes y saludos afectuosos. Estoy bien y en las mejores manos. Vamos hacer chequeos para asegurarnos que todo esté en orden y poder regresar con toda la motivación y el entusiasmo a trabajar desde el Congreso”, dijo.
El accidente en Piedecuesta
Respecto al moretón del excandidato presidencial Rodolfo Hernández, fue él mismo el que reconoció que sufrió un accidente en su casa de Piedecuesta, Santander.
Su equipo de prensa aseguró que los hechos ocurrieron el pasado domingo, cuando hubo “un bajón de luz” que provocó que el senador se chocara con el filo de una de las puertas de su casa.
Tras el accidente, Hernández tuvo que recibir atención médica. Según la información oficial, la herida cerca de su ojo requirió de cinco puntos para quedar cerrada.
Por ahora, parece que “fue más el susto”, como dijo Hernández, pues ambos congresistas reportan buen estado de salud y se están recuperando en sus respectivos hogares.